El Barcelona de Tito Vilanova no varió con respecto al de Guardiola. Volvió a dejar claro su exquisito fútbol, su toque rápido, su velocidad con y sin balón. Su manera en definitiva de jugar con el rival, de rehacerse ante todos los factores negativos. La primera parte habla de todo ello: un extenso monólogo blaugrana, aunque sin pólvora. El Madrid no olío el balón y se mantuvo bien colocado, pero a expensas de la enorme imaginación de los Messi, Iniesta y compañía.
Una imaginación que se desbordó en la segunda mitad, distinta, completa, ofensiva por ambos conjuntos, una segunda parte a la altura de un Clásico. Barcelona y Real Madrid se intercambiaron golpes. Cristiano adelantó al Madrid, pero inmediatamente después Pedro volvía a colocar el empate. El Barcelona, enarvolado, se puso por delante gracias a los tantos de Messi, de penalti, y de Xavi. Al final, cuando el 3-1 parecía definitivo, Valdés perdió el balón ante la presión de Di María, que robó el balón y puso el definitivo 3-2 en el marcador. Y eso es lo que cuenta, el resultado. En él, Valdés revive al Madrid para el partido de vuelta, saliendo del Camp Nou con confianza y fe en su estilo de juego. Suficiente.
Tito y Mou se saludaron como corresponde, y tras ello, el primer clásico del año dio comienzo. El Madrid llegaba como campeón de Liga, levemente favorito. No para el partido del Camp Nou, ya que en un clásico el equipo local siempre parte como favorito, pero sí en el cómputo global de la Supercopa.
El balón es azulgrana.
No obstante, el Barcelona, con su equipo de gala, se sacudió toda la presión de encima a base de fútbol, de posesión. Fiel al estilo Guardiola, los azulgranas dominaron en toda la primera parte, y el 0-0 al fin de la misma era injusto y con mal sabor para los culés.
Por el contrario, Mourinho sí ofrecía cambios en el once. Benzemá titular, junto con Callejón. Al banco los dos argentinos, Higuaín y Di María. El Madrid terminó siendo mejor con los dos de la albiceleste. Atrás, Albiol sustituía al tocado Pepe.
Con ello, los blancos solo demostraron oficio en la primera mitad. Muchas faltas, único remedio ante el fútbol del Barça. Rápido y preciso, pero con un Madrid generalmente bien colocado. Aun así, el Madrid sufrió, y el Barcelona tuvo varias ocasiones claras. La primera y la más evidente, de Messi en el minuto 20. Marca de la casa, su tiro con rosca se fue cerca del palo derecho de Casillas, que resopló. Después entró en acción y despejó un chut de Pedro. Iker nunca desconecta. Contra el Barcelona menos.
Un Barcelona poco fino en los últimos metros, que puso la mirada en el árbitro en una jugada, un posible penalti de Ramos a Alexis. Contacto hay, pero no suficiente. Clos Gómez realizó en general una buena actuación, con toda la dificultad que conlleva gobernar en un Clásico.
Otro partido.
Eso fue en la segunda parte. Aumentó el espectáculo y el equilibrio entre los dos equipos. El Madrid salió con más carácter, menos encerrado ante un Barcelona que redujó el nivel de juego.
Lo que continuo fue la polémica: Alexis volvía a caer dentro del área, ante Arbeloa. Este sí parecía más penalti.
Por contra, el Madrid contestó a balón parado. Así, Cristiano Ronaldo fue el primero en mojar, en la primera ocasión clara del Real Madrid. A corner de Özil, el portugués se adelantó a la defensa azulgrana para cabezear el balón, que se introdujó en la meta de Valdés, sin que este pudiese hacer nada. Caía la sorpresa en el Camp Nou. El fútbol, un individuo poco justo, colocaba al Madrid por delante, con el objetivo conseguido: marcar fuera de casa. El plan de Mourinho estaba en marcha, pero...
Reacción de grande.
Un minuto después del tanto de Ronaldo, con el Madrid aún eufórico, Mascherano, con un pase de 40 metros, colocó el balón a los pies de Pedro, en posición legal, que definió ante Casillas. Un gol que no gusta nada al entrenador marcado, y si es Mourinho menos. El Barcelona había reaccionado en el peor momento del partido. Un gol importante para el devenir del partido, aunque no de su final.
El primer entrenador del Madrid movió ficha. Benzemá, gris, desdibujado, salió del campo por Higuaín, que no resultó tan determinante como se esperaba. Eso sí, movió a la defensa del Barcelona. También colaboró Di María, incansable, aunque como todo el equipo, desacertado en sus acciones.
Como Ramos, que barrió a Iniesta dentro del área en el minuto 70. Penalti a favor del Barça y gol de Messi. El Barcelona, tras 70 minutos de superioridad, se colocaba por fin por delante.
Después el premio lo agrandó, con el gol de Xavi, puro nueve, a fenomenal pase de Andrés Iniesta. Los de Tito conseguían la ventaja esperada, el 3-1 de justicia, y con tiempo aún para aumentar la diferencia.
Valdés, momento del partido.
El colofón a la fantástica segunda parte lo puso Valdés, en el minuto 85. Di María, como de constumbre, presionó un balón suelto, y Víctor, que nunca ha sido muy efectivo con el juego de pies, se lío, amagó, y el Fideo le robó el balón, marcando al instante. Un grave error que puede derivar en la pérdida de un título.
Y es que el Madrid sale favorecido del Camp Nou. Con dos goles, y siendo notablemente inferior al Barcelona, que aun así puede presumir de ser fiel a su juego. No obstante, todo queda para el Bernabéu, el próximo miércoles. La eliminatoria está igualada: Valdés así lo ha decidido, dejando al Madrid salir con vida del Camp Nou. Mucha vida.
LO MEJOR: Una segunda parte de aupa: se volvió a demostrar qué equipos estaban en el terreno de juego, capaces de marcar cinco goles en 45 minutos. Y no feos precisamente.
LO PEOR: Un error para cada uno: el Madrid por no aguantar algo más el 0-1, y el Barcelona personificado en Valdés. Resultado corto para demasiado esfuerzo culé.
Nota Barcelona: 8
Nota Madrid: 6,5
Hombre del partido: Mascherano(8).
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