Hoy, otras dos medallas, que hacen ya tres días consecutivos aumentando el medallero, aunque el número de metales sigue siendo bajo.
La última medalla conseguida, la de la selección femenina de waterpolo no pudo rubricar su enorme campeonato, llegando a la final pero cayendo en ella ante la todopoderosa Estados Unidos, que venció 8-5. El partido empezó teniendo color español, con un 2-1 favorable a nuestras chicas, pero un parcial de 3-0 a favor de las americanas terminó decantando el choque y así mismo el color de la medalla, a pesar del parcial último de 0-3 a favor de España, que maquilló el partido. Una plata por tanto muy merecida, e histórica: nunca antes la selección femenina de waterpolo había llegado tan lejos.
La otra medalla llegó a media tarde, con la firma de la luchadora Maider Unda, que ganó el bronce ante la bielorrusa Marzalyuk en la categoría de -72 kilos. Le bastó con dos asaltos, 0-1, 0-1, para llevarse ese bronce.
Con 35 años, Maider da a España la primera medalla de su historia en esta disciplina.
Aunque hoy no todo han sido medallas. Otras dos pruebas daban opción a ese premio: 10 km en aguas abiertas y doma de hípica. En la primera, la española Erika Villaécija quedó octava, llevándose un diploma olímpico. Erika no pudo aguantar el ritmo de las escapadas, en una carrera rápida y brusca. El oro fue para la húngara Eva Risztov.
En doma, Juan Manuel Muñoz solo pudo ser décimo, aunque mejoró con respecto a su puesto hace cuatro años en Pekín, donde fue decimoquinto. El oro fue a parar a la británica Dujardin.
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