San Antonio Spurs 108 - Golden State Warriors 120 (0-3)
La superioridad de Golden State Warriors se ha instalado también en San Antonio. Victoria relativamente cómoda del equipo de Mike Brown, aunque tuvieron que sudar algo más que en el segundo partido. Los Spurs aguantaron cuarto y medio, y a partir de ahí fueron siempre a remolque y al ritmo que propusieron los Warriors, con Durant (33 puntos) y Curry (21) decisivos.
Ni el efecto AT&T Center fue capaz de parar a estos Warriors, intratables en su camino hacia la Final de la NBA. A pesar de su superioridad y de su ventaja en la eliminatoria, Golden State salió con las ideas muy claras, y evitó una escapada temprana de San Antonio, valiente en su planteamiento. El equipo de Popovich expresó un ritmo muy alto de encuentro, pero los Warriors estuvieron cómodos en ese paisaje. Todo ello desembocó en una primera parte en su mayor tramo igualada, con idas y venidas y muchos detalles técnicos.
El guía en Warriors- sorpresa, sorpresa- fue JaVale McGee. El center realizó un magnífico primer cuarto, con 11 puntos en su casillero. Imponente en la pintura, donde Aldridge solo atacó, pero no defendió. Además, David Lee se tuvo que retirar lesionado con feos problemas en la rodilla tras un salto. Con todo, McGee era el beneficiado del movimiento de balón de los Warriors, que sacó más ventaja en la primera mitad que en la segunda. Porque San Antonio debía su lucha a Manu Ginóbili. Es su líder, el alma de los de Pops. Con 39 años, fue imparable en el 1x1, dejando jugadas para el recuerdo. Otro clinic del argentino.
Con Ginóbili al mando, los Spurs hasta se pusieron por delante en el marcador. Seis puntos arriba fue su máxima ventaja mediado el segundo cuarto. Alguno podía pensar que San Antonio volvía a la eliminatoria, pero Durant y Curry no opinaron lo mismo. Primero el '30' y luego el '35', los Warriors lograron un parcial de 0-11 que cambió el signo del partido. Cogieron el timón para no volver a soltarlo. Los Spurs agradecieron la llegada del descanso, al que se iban seis abajo (55-61).
En el tercer cuarto sí apareció LaMarcus Aldridge. San Antonio encontró balones interiores, y el ex de Portland logró varias canastas consecutivas. Pero estuvo muy solo. El backcourt de los Spurs no estuvo a la altura, a excepción de Manudona. Siete puntos Green, diez Murray, siete Mills...insuficientes. Simmons (14) tuvo alguna racha, pero siempre funcionando mejor como cuatro abierto.
Enfrente unos Warriors que mejoraron el tiro en la segunda mitad, hasta rozar el 45% en triples. San Antonio se quedó en el 23%. Así, Thompson, con dos consecutivos, subía la ventaja hasta más allá de la decena. El partido estaba definitivamente muy cuesta arriba para los Spurs. Empezó la apática y el desánimo. Gasol (doble, doble 12-10) y Ginobili hicieron un último esfuerzo, pero Kevin Durant sentenció con ocho puntos consecutivos. Estrella mundial.
Nadie duda que los de Mike Brown intentaran el 4-0 para descansar lo máximo posible para preparar la Final. La motivación es total más si cabe que los Cavaliers tienen pinta de que harán lo mismo. Juegan otra liga pero solo uno puede ser campeón.
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