martes, 7 de agosto de 2012

El día de España.


Estaba marcado en rojo español en el calendario olímpico. Hoy era un día seguro para las medallas: la presencia de Marina Alabau y Gómez Noya, de los favoritos en sus respectivas disciplinas, junto con la final de natación sincronizada, con Carbonell y Fuentes, donde España se sabía con una medalla. Y ninguno ha defraudado, todos confirman su éxito, y otorgan a España tres medallas en un día, récord absoluto, que sumada a la ya confirmada de waterpolo femenino, suben la escala de medallas españolas a siete. Nada espectacular por 

otra parte, pero ya es algo.
De esas siete, un oro, conseguido hoy por la andaluza Marina Alabau, al proclamarse campeona olímpica de la regata RS:X. A Marina, que llegaba a la última regata como líder, le bastaba con ser séptima para conseguir el oro. Rematadamente fácil tras mucho esfuerzo para llegar como primera clasificada. Pero, por ganas, Marina ganó también la última etapa, la conocida como Medal Race. Muy merecido ese oro, el primero ¿y único? de España en Londres.



Además de esa medalla: dos más. Una plata de Javier Gómez Noya en el duro triatlón tras ir siempre en el grupo líder. En el tramo final, corriendo, Noya no pudo alcanzar al local Brownlee, que ganó el oro, pero sí superó al hermano pequeño de este, que fue bronce. Así Gómez Noya consigue por fin una medalla olímpica, uno de los pocos retos que le quedaban por hacer.
Y la otra plata, la confirmada de natación sincronizada, firmada por Ona Carbonell y Andrea Fuentes, que superaron a las chinas en una reñida lucha por el segundo puesto, porque el primero estaba fuera de todo alcance, debido al alto potencial de la pareja rusa, oro una vez más.
Siete medallas por tanto llevamos, tras el salto cualitativo dado hoy. Y ya van a tocar los deportes de equipo, donde se prevé que caiga algún par más, además de la ya segura del waterpolo femenino. Que así sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario