jueves, 30 de enero de 2014

No más cisnes en Nueva York

Según informa el New York Times, el Departamento de Conservación Ambiental del Estado de Nueva York se plantea acabar con 2.200 cisnes. Según este Departamento: "no debemos basar nuestras políticas de gestión solo en la estética de un pájaro cuando la realidad es que el animal tiene muchos efectos negativos; los cisnes están destruyendo el hábitat de patos y gansos nativos y suponen un importante riesgo para la gente y los aviones de pasajeros".
Los cisnes serán catalogados como "especie invasora prohibida" y el método de eliminación será rociar aceite en los huevos de los nidos para evitar su eclosión.
El plan comenzará a finales de este año, y se prevé que esté completado en 2025.
La cruzada contra el cisne, el pájaro más grande del estado de Nueva York, ha enfrentado a los conservacionistas y a los observadores de aves, que apoyan el plan, contra los activistas de derechos de los animales, que se muestran horrorizados.
Ante estas críticas, los políticos de Nueva York ya han asegurado que los propietarios de tierras privadas podrán solicitar permisos para cuidar y criar a los cisnes en su propiedad.





Las especies invasivas contra las que se lucha suelen ser poco atractivas y no generan una gran estima entre la población general. Los cisnes, sin embargo, son uno de los animales más queridos, representando incluso para muchos un símbolo de amor. Por eso, la intención del departamento de conservación medioambiental del Estado de Nueva York de eliminar a las 2.200 aves, como publica este jueves elNew York Times, ha generado mucha polémica.
El cisne vulgar o cisne mudo fue introducido en Estados Unidos a finales del siglo XIX procedente de Europa por su atractiva estética. Sus largos cuellos y su plumaje blanco como la nieve han hecho muy popular a esta especie. Pero las elegantes aves acuáticas también tienen un lado oscuro: destruyen el hábitat de los patos y gansos nativos y atacan a las personas. Estos son los argumentos esgrimidos por el departamento para declarar a los cisnes "especie invasiva prohibida".
Para eliminar a las 2.200 aves se han propuesto dos vías: dispararles o capturarlos y gasearlos. Los huevos de los nidos serán rociados con aceite para evitar su eclosión. El plan ha enfrentado a organizaciones conservacionistas con activistas por los derechos de los animales, que se muestran horrorizados. GooseWatch NYC ha denunciado la propuesta y dos docenas de organizaciones dedicadas a la conservación de la naturaleza lo están considerando.
El director de conservación y ciencia de la sucursal neoyorquina, Mike Burger, ha declarado que el grupo se reunirá pronto para alcanzar una posición oficial, pero se prevé un respaldo unánime al plan gubernamental. "Nos sentimos cómodos apoyando al departamento de estado en este asunto", ha manifestado Burger. "Estamos a favor de métodos de control no letales, cuando sea posible, pero en este caso creemos que son necesarios para reducir la población de cisnes a los niveles deseados".
Muchos ciudadanos se han mostrado sorprendidos y han expresado su consternación por la noticia, siempre según el periódico americano. "Si hubieran nacido aquí, serían considerados nativos", opina Michael Vangi, hijo de padre italiano, mientras observa a los cisnes de la bahía de Brooklyn. "Es un desastre. ¿Así tratamos a los inmigrantes?", añade Joseph LoRe, haciendo una analogía con la población inmigrante de Nueva York. 

Fuente: El País



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