
Los dos equipos se jugaban mucho. El Villareal tenía, y tiene, el descenso en la nuca, mientras que el Madrid nota poco a poco la presión del Barcelona, en su persecución por el título de Liga.
El partido era, por tanto, vital, y la tensión que existió durante los 90 minutos así lo evidenció. Quizá haya sido el partido con más polémica de toda la Liga, y además para todos los lados. Si un árbitro deja descontento, y hoy mucho, a los dos equipos, es que lo ha hecho de pena.
Y de que manera, todo un espectáculo. Tanto en el aspecto de tarjetas como en el de los penaltis. Lo dejamos para el final.
Con trivote.
Mourinho sorprendió con la alineación. Fue la primera pista de que el partido no iba a ser tan normal como otro cualquiera. El Madrid salía con trivote, dejando atrás todas las estrategias de partidos anteriores. Lass, Xabi y Khedira juntos. Luego, pronto, Mourinho rectificaría y sacaría a Callejón por Lass. Pero el técnico portugués no salió con la misma mentalidad que en otro partidos. Fue un error del que no se aprende.
El Villareal, que estrenaba técnico, empezó discutiendo el partido al Madrid, aunque Cristiano, el mejor de los blancos, parecía con ganas. Luego se diluyó, como todo el equipo, a medida que el partido iba creciendo en faltas y polémicas.
Las ocasiones, por tanto, llegaban por cuenta gotas. Y todas de balón parado. El Villareal ganaba todos los balones al Madrid, incapaz últimamente de defender esas jugadas.
El partido no tenía dueño, pero el Villareal tuvo la ocasión más clara, precedida de un grave error de Ramos, lento en el despeje, aunque Casillas salvó al Madrid al atajar el tiro de Cani.
Sale Callejón y empieza Paradas Romero.
Mourinho no le gustaba la situación, y cambió su planteamiento inicial. Salió Callejón por Lass, señalado por alterado. El cambió no surtió el mínimo efecto. No hubo más juego por bandas, ni más velocidad. Además, el chaval tuvo mala suerte, y se lesionó llegando al descanso.
El Madrid llegó tres veces más a la portería de Diego López: un cabezazo de Pepe, un disparo de Cristiano, y otro de Benzema, en la única jugada hilada de los de Mou.
Por su parte, el Villareal no se disparó más a la meta de Iker, aunque sí merodeó por allí. Las pruebas son los dos agarrones de Arbeloa a Nilmar en dos jugadas distintas. Ambas son penalti. Ninguna se pitó. Paradas Romero comenzaba el show.