Ojalá me equivoque, pero probablemente este será mi último artículo del Estu en la Liga Endesa.
Y es que los del Ramiro nunca habían estado en una situación similar: a falta de siete jornadas, están a dos victorias del UCAM Murcia, o lo que es lo mismo, de permanecer en la máxima categoría. Dejo aquí el calendario que tienen ambos equipos para hablar más claro(en mayúsculas los partidos en casa).
UCAM MURCIA: Lagun Aro GBC, UNICAJA, Caja Laboral, LUCENTUM ALICANTE, Real Madrid, ASSIGNIA MANRESA y Asefa Estudiantes.
ASEFA ESTUDIANTES: Lucentum Alicante, GRAN CANARIA 2014, Real Madrid, BLUSENS MONBUS, Assignia Manresa, Blancos de Rueda Valladolid y UCAM MURCIA.
Así, y a priori, el Estu tiene un calendario más fácil, ya que solo tiene un rival fuerte(Real Madrid) pero tiene una salida bastante complicada a Pucela, donde el Valladolid también se estará jugando la vida. Por su parte, el Murcia presenta unos partidos más difíciles(Unicaja, Caja Laboral y Real Madrid), aunque la renta de dos partidos con el Estu y su buen hacer en casa pueden ser determinantes. Y si no, se podría jugar todo a cara de perro en el último partido de la temporada, en el Palacio, entre los dos, Estu y Murcia(baskeraverage favorable al UCAM Murcia, +13). De locos.
Esa es tan solo una de las múltiples posibilidades, pero a día de hoy el Estu es favorito para el descenso. Y quien no lo quiera ver se engaña a si mismo.
Los colegiales tenían esta semana dos partidos en casa, el domingo y el aplazado del martes, ideales para remontar esa diferencia con los murcianos. Pero se han perdido, los dos. El primero de mala manera ante el Banca Cívica y el segundo más apretado contra el Fuenlabrada, otro rival directo que ya no lo será.
Era la ocasión perfecta para renacer, porque el Estu lleva muerto mucho tiempo. Casi todo el año. Apuntaban bien las cosas con el fichaje de Pepu, pero los desplantes de varios jugadores y la ineficacia del entrenador para solucionar las cosas fueron determinantes. El club de Serrano entró en una dinámica tremendamente negativa, cortada con el fichaje de Poch y su efecto en Málaga ante Unicaja. Un espejismo absoluto: el Estu volvió a perder, y ya son de nuevo tres derrotas seguidas. Volvemos a lo mismo.
Ahora el descenso golpea en la nuca como nunca antes. Y ya no es tiempo de buscar remedios o soluciones, ahora solo vale ganar y tirar de camiseta. Pero no hay un Pancho o un Carlos Suárez esta vez, que levanten la temporada como aquel inolvidable partido de León. Ahora el Estu se basa en el buen día de Granger, la lucha de Germán y la puntería de Lofton. Lo demás, viene y va. Y así salvarse es complicado.
El Estu, ante esto, ya está dispuesto a lo peor. Desde el partido contra el Fuenla, que se veía como una final, en el club ya se reconoce el descenso como una más que posible posibilidad. Ahora la sorpresa sería estar el año que viene entre los mejores, no descender. Y eso es un problema. Un descenso del Estu significaría muchas cosas: primero, fracaso de una directiva que lleva cinco años sobre un cable inseguro, haciendo sufrir a un equipo que tampoco da para más. Lejos queda cuando el Estu, con Adecco y anteriores, luchaba en la Copa y en los playoff contra los mejores, sorprendiendo en muchos casos, y defraudando en otros, que hay de todo.
Segundo, si se baja, habría que plantear la posibilidad de empezar de cero. Es más, habría que hacerlo. Remodelación, y no solo de arriba. La cantera sería determinante, en todas sus vertientes. Otra, el Palacio ya no sería el estadio, ni mucho menos. Otra, descendería bruscamente, en principio, el número de abonados, porque ya se sabe que la Demencia seguirá allá donde vaya el equipo, pero sigue siendo una mínima parte de la masa de aficionados estudiantiles, de las más grandes de España.
Y otra, la más importante, la Liga Endesa no sería lo mismo, y no es cuestión de sacar colores. Es tema de historia y tradición. No estaría el Estu, un club, junto con Juventut y Real Madrid, que no sabe lo que es bajar. No habría derbi madrileño para la Liga, con esas victorias ajustadas del Estu como local y esas derrotas abultadas como visitante. No habría esa masa de aficionados ya comentada. Solo quedaría la Penya como club 100% de cantera, y no es cuestión de dejarles solos.
En definitiva, no estaría un club histórico, que vive el baloncesto como pocos. El Estu debe quedarse en la Liga Endesa, sintiéndolo por los del Murcia, que también tendrán sus razones y que saben, por otra parte, que están más cerca de conseguir la salvación que los ramireños.
No hay que olvidarse tampoco del Blancos de Rueda Valladolid, último, que con una derrota más que el Estu y un calendario bastante complicado(MAD CROC FUENLABRADA, Gescrap Bizkaia, BANCA CÍVICA, Gran Canaria 2014, BLUSENS MONSUS, ASEFA ESTUDIANTES y Valencia Basket) lo tiene rematadamente difícil.
Quedan por tanto siete jornadas de sufrimiento, en la que cada una será más determinante que la anterior, hasta que las matemáticas dicten sentencia. Por ahora la ventaja, importante además, la tiene el Murcia, y merecida, sobretodo por su fortaleza en casa, algo que el Estu, este año, no ha tenido. Y se nota muchísimo.
Pero los dementes confían en el complicado calendario del Murcia y el el resurgir del factor Palacio para estar el año que viene dando guerra donde merece un club que, no obstante, se prepara para lo peor. Yo ya lo estoy. Ojalá me equivoque.
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