Más que liga de dos, liga de veinte, visto lo visto hasta ahora. Porque lo de la liga de dos va siendo más leyenda que realidad. El Madrid, últimamente, se está empeñando en ello. Van a caer palos por todos los lados, centrados en Mourinho, que, aunque no sea el principal culpable, se convierte él solo en víctima por sus elevadas y jugosas declaraciones.
Luego, en el campo, el equipo de José no responde. No está. El Madrid lleva 180 minutos sin dar señales de vida. Fue en Valencia y hoy en Santander. Sin vida y sin goles.
No se puede sacar nada positivo del partido de hoy. Como mucho el empate, ya que Casillas tuvo incluso que aparecer varias veces para evitar la debacle.
Debacle no, pero preocupación mucha. Lo peor no son los resultados, ni la falta de gol. Es la falta de espíritu, algo que siempre ha tenido el Madrid. Hoy ha salido al campo como el que no quiere la cosa, despreocupado, con la mente lejos de El Sardinero.
Mourinho, por fin, varió el once inicial. Ramos y di María se quedaban en el banco, junto con los no disponibles Pepe y Coentrao. Así, Arbeloa, Varane, Lass y Callejón hacían su puesta en escena, dispuestos a demostrar su valía.
Pero cuando Özil y Xabi Alonso no aparecen, no hay nada que hacer. La pareja del español en el centro del campo sigue siendo un misterio. Hoy Lass no ha cumplido, ni tampoco maravillaron Khedira y Coentrao. Y Xabi no lo puede hacer todo él.
Ahí se empieza a romper el Madrid. Solo las genialidades de sus mejores hombres pueden salvar la situación. Pero cuando ninguna de las estrellas está, el Madrid se atasca gravemente.
El partido, además de desastroso por parte blanca, fue tremendamente aburrido, de esos en que pagar una entrada se considera delito. Porque el Madrid no avanzaba y el Racing jugaba sus cartas: esperar posibles contras y jugar inteligentemente. Los de Couper adivinaban los movimientos de los jugadores blancos, lentos por otra parte. No había emoción.
Lass evidenció como nadie el partido del Madrid. Perdido, nervioso y sin saber que hacer con la pelota. Mourinho confía en él, de momento.
Pasaban los minutos con el Madrid tocando sin profundizar. Casi ni hacían correr a los jugadores del Racing.
La primera parte acabó ahí, sin misterio. El Racing tenía ante sí a un Madrid tocado por la derrota ante el Levante, desaparecido, desorientado. Preocupante y extraño
Las cosas no mejoraron en el segundo tiempo, donde el Madrid solo aparecía en el marcador. Si Mourinho alentó a sus jugadores en el descanso, no le debieron hacer mucho caso.
Di María saltaba al campo nada más empezar, por Callejón. Mourinho empezaba a quemar sus naves, pero todo se quedo ahí. En un intento por arreglar el nefasto y vago partido de los suyos.
El Madrid volvía a recordar al de antaño. Ese que no jugaba al fútbol, defendía fatal y tenía a Casillas como su salvador. El portero del Madrid hizo honor a aquellos años al parar, en el minuto 47, un gran tiro de Serrano, que ya se cantaba gol en Santander. El Madrid no había salido mejor tras la pausa, estaba aun peor.
Cierto es que el dominio de la posesión era blanco absoluto, pero sin ocasiones el partido no luce. Di María intentaba que no fuera así, y fue de los mejores del equipo. Fresco, buscaba el desborde por las bandas, y provocó varios córners que, una vez más, se quedaron en el nombre.
En el minuto 67 Özil hizo su mejor acción: retirarse del terreno de juego. Él no tiene la culpa. El alemán es de estos jugadores que van al compás del equipo. Si el equipo está bien, él da cinco goles y mete tres, pero si el equipo está mal, él no encuentra el balón en todo el partido. El Madrid lleva dos partidos mal, y Özil así lo confirma.
Un caso similar al de Mesut le sucede a Benzema. No llega a ser el penoso Benzema del primer año, pero se le va acercando. El francés vuelve a estar sin confianza. Ambición se le ve que sí. Ahora corre, pero como entre en mala racha le puede costar salir de ella. Higuaín puede ser un recurso.
El Pipita salió justamente por Özil, pero imitó al alemán y no tuvimos noticias de él en todo el partido.
Más tarde entró Kaká por Lass, hoy jugador del Racing debido a las numerosas pérdidas que hizo. Lass puede ser muy bueno cuando quiere y tiene el día. Pero si no…
El brasileño cambió ligeramente el aire a un Madrid ya desesperado por la victoria, que se vino arriba con toda la artillería. Kaká y Marcelo protagonizaron las mejores ocasiones, pero el balón, justo castigo para el Madrid, no quiso entrar en ninguna de ellas.
En el 86 el Madrid tuvo la última, pero el tiro de Cristiano Ronaldo-primera vez que sale su nombre en la crónica- se marchó desviado. El portugués fue de nuevo la víctima preferida por el público, y a CR7 se le notó. Tenso y nervioso. Impreciso. No nos tiene acostumbrados.
Concluyó el sufrimiento para el Racing, pero no la pesadilla para el Madrid, al que las críticas lloverán como millones. No ha empezado bien la liga este segundo Madrid de Mourinho, diseñado para ganar todo lo posible. Una derrota frente al Levante y un empate contra el Racing dejan un inicio de competición no imaginado, que no trae nada nuevo. Lo mejor es sin duda que queda tiempo para reaccionar. Jugadores, técnico y afición.
LO MEJOR: El Racing gana la partida táctica: jugó sus cartes y se llevó la partida con un valioso punto. Además, se le vio seguro atrás, donde solo los últimos minutos pasó dificultades.
LO PEOR: El Madrid, a un paso del coma: tres pinchazos serían catastróficos. El Madrid no parece haber aprendido la lección: la liga se pierde en los campos pequeños. Ya lleva dos tropiezos. Ojo, que luego estos puntos se recuerdan a final de año.
Nota Racing: 8
Nota Madrid: 3
Hombre del partido: Stuani(8).
Luego, en el campo, el equipo de José no responde. No está. El Madrid lleva 180 minutos sin dar señales de vida. Fue en Valencia y hoy en Santander. Sin vida y sin goles.
No se puede sacar nada positivo del partido de hoy. Como mucho el empate, ya que Casillas tuvo incluso que aparecer varias veces para evitar la debacle.
Debacle no, pero preocupación mucha. Lo peor no son los resultados, ni la falta de gol. Es la falta de espíritu, algo que siempre ha tenido el Madrid. Hoy ha salido al campo como el que no quiere la cosa, despreocupado, con la mente lejos de El Sardinero.
Mourinho, por fin, varió el once inicial. Ramos y di María se quedaban en el banco, junto con los no disponibles Pepe y Coentrao. Así, Arbeloa, Varane, Lass y Callejón hacían su puesta en escena, dispuestos a demostrar su valía.
Pero cuando Özil y Xabi Alonso no aparecen, no hay nada que hacer. La pareja del español en el centro del campo sigue siendo un misterio. Hoy Lass no ha cumplido, ni tampoco maravillaron Khedira y Coentrao. Y Xabi no lo puede hacer todo él.
Ahí se empieza a romper el Madrid. Solo las genialidades de sus mejores hombres pueden salvar la situación. Pero cuando ninguna de las estrellas está, el Madrid se atasca gravemente.
El partido, además de desastroso por parte blanca, fue tremendamente aburrido, de esos en que pagar una entrada se considera delito. Porque el Madrid no avanzaba y el Racing jugaba sus cartas: esperar posibles contras y jugar inteligentemente. Los de Couper adivinaban los movimientos de los jugadores blancos, lentos por otra parte. No había emoción.
Lass evidenció como nadie el partido del Madrid. Perdido, nervioso y sin saber que hacer con la pelota. Mourinho confía en él, de momento.
Pasaban los minutos con el Madrid tocando sin profundizar. Casi ni hacían correr a los jugadores del Racing.
La primera parte acabó ahí, sin misterio. El Racing tenía ante sí a un Madrid tocado por la derrota ante el Levante, desaparecido, desorientado. Preocupante y extraño
Las cosas no mejoraron en el segundo tiempo, donde el Madrid solo aparecía en el marcador. Si Mourinho alentó a sus jugadores en el descanso, no le debieron hacer mucho caso.
Di María saltaba al campo nada más empezar, por Callejón. Mourinho empezaba a quemar sus naves, pero todo se quedo ahí. En un intento por arreglar el nefasto y vago partido de los suyos.
El Madrid volvía a recordar al de antaño. Ese que no jugaba al fútbol, defendía fatal y tenía a Casillas como su salvador. El portero del Madrid hizo honor a aquellos años al parar, en el minuto 47, un gran tiro de Serrano, que ya se cantaba gol en Santander. El Madrid no había salido mejor tras la pausa, estaba aun peor.
Cierto es que el dominio de la posesión era blanco absoluto, pero sin ocasiones el partido no luce. Di María intentaba que no fuera así, y fue de los mejores del equipo. Fresco, buscaba el desborde por las bandas, y provocó varios córners que, una vez más, se quedaron en el nombre.
En el minuto 67 Özil hizo su mejor acción: retirarse del terreno de juego. Él no tiene la culpa. El alemán es de estos jugadores que van al compás del equipo. Si el equipo está bien, él da cinco goles y mete tres, pero si el equipo está mal, él no encuentra el balón en todo el partido. El Madrid lleva dos partidos mal, y Özil así lo confirma.
Un caso similar al de Mesut le sucede a Benzema. No llega a ser el penoso Benzema del primer año, pero se le va acercando. El francés vuelve a estar sin confianza. Ambición se le ve que sí. Ahora corre, pero como entre en mala racha le puede costar salir de ella. Higuaín puede ser un recurso.
El Pipita salió justamente por Özil, pero imitó al alemán y no tuvimos noticias de él en todo el partido.
Más tarde entró Kaká por Lass, hoy jugador del Racing debido a las numerosas pérdidas que hizo. Lass puede ser muy bueno cuando quiere y tiene el día. Pero si no…
El brasileño cambió ligeramente el aire a un Madrid ya desesperado por la victoria, que se vino arriba con toda la artillería. Kaká y Marcelo protagonizaron las mejores ocasiones, pero el balón, justo castigo para el Madrid, no quiso entrar en ninguna de ellas.
En el 86 el Madrid tuvo la última, pero el tiro de Cristiano Ronaldo-primera vez que sale su nombre en la crónica- se marchó desviado. El portugués fue de nuevo la víctima preferida por el público, y a CR7 se le notó. Tenso y nervioso. Impreciso. No nos tiene acostumbrados.
Concluyó el sufrimiento para el Racing, pero no la pesadilla para el Madrid, al que las críticas lloverán como millones. No ha empezado bien la liga este segundo Madrid de Mourinho, diseñado para ganar todo lo posible. Una derrota frente al Levante y un empate contra el Racing dejan un inicio de competición no imaginado, que no trae nada nuevo. Lo mejor es sin duda que queda tiempo para reaccionar. Jugadores, técnico y afición.
LO MEJOR: El Racing gana la partida táctica: jugó sus cartes y se llevó la partida con un valioso punto. Además, se le vio seguro atrás, donde solo los últimos minutos pasó dificultades.
LO PEOR: El Madrid, a un paso del coma: tres pinchazos serían catastróficos. El Madrid no parece haber aprendido la lección: la liga se pierde en los campos pequeños. Ya lleva dos tropiezos. Ojo, que luego estos puntos se recuerdan a final de año.
Nota Racing: 8
Nota Madrid: 3
Hombre del partido: Stuani(8).
No hay comentarios:
Publicar un comentario