Nada más echar a rodar el balón en el césped del Bernabéu el partido se adivinó divertido, al menos en su primera mitad. Ancelotti jugaba con Isco, Özil y Modric, y el Betis lo hacía sin miedo, con las ideas claras y con una defensa muy adelantada, que sorprendió al Madrid y resultó ser un verdadero escudo para la portería bética: hasta tres goles anuló el colegiado al Real Madrid por fuera de juego, dos de ellos de un dormido Benzema.
Así, el Betis salió valiente al campo, y prontó encontraría premio a su valentía. Previamene, el equipo de Pepe Mel había avisado con dos ocasiones de Jorge Molina, que atajó Diego López, para alegría de Carleto, que hoy confió en el ex del Villarreal.
Pero no fue Molina, si no el extremo Cedrick, el que creó verdadero peligro por la banda de Carvajal, que ganó el puesto a Arbeloa. Una de las acciones del congoleño nacionalizado español, esta vez frente a Ramos, terminó con el gol del Betis, el primero del partido, obra de Molina, que solo tuvo que rematar.
Era el minuto 13 y El Betis instauraba así la sorpresa en el Bernabéu. Y merecida, además.
Sin embargo, la sensación tras el gol era distinta. El Madrid se lanzó a por el empate, ante un Betis que seguía con su defensa adelantada, pero ya sufría más.
Especialmente en el minuto 25, cuando una subida de Carvajal acabó en un buen zurdazo-y gol- de Benzema, tras pasar el balón por las botas de Isco.
El Betis encajó bien el gol, y lejos de achicarse, quiso recuperarse buscando el segundo. Una ocasión de Molina y otra clarísima de Nosa, que golpeó el larguero casi a puerta vacía, así lo demostraban.
El equipo andaluz se encontraba cómodo en el campo, y pudo marcar poco antes del descanso, pero Matilla disparó al muñeco. Un minuto antes, hubo tiempo para la polémica, con un más que posible penalti de Carvajal a Cedrick, que se imponía en todos los duelos.
Benzema también se imponía, pero a la línea defensiva bética. Así, un nuevo gol fue anulado al francés por fuera de juego. En el otro extremo, la delantera bética, que concluyó la primera parte con dos remates más que no inquietaron a Diego López, pero si evidenciaron la superioridad del Betis durante los primeros 45 minutos.
Una superioridad que desaparecería en la segunda parte. Y de manera prematura, además, ya que Cristiano, ávido de gol, estrellaba un balón en el larguero nada más iniciarse el segundo tiempo.
Era el aviso del Madrid, que fue mejor que el Betis en lo que restó de partido. Con más balón, ocasiones y profundidad. En definitiva, una mayor sensación de peligro. A esto ayudó el conjunto de Mel, agotado físicamente y más echado atrás. Aun así, los visitantes aguantaron hasta poco antes del pitido final.
Fue Cristiano Ronaldo el jugador que lideró al Madrid en la búsqueda del 2-1. El luso tiró hasta once disparos a puerta, la mayoría de ellos rechazador por un solvente Andersen. Tampoco desde la falta directa acertaba.
No obstante, el equipo se contagió del hambre del portugués, y echó el resto. También Ancelotti, que movía ficha desde el banquillo: Casemiro entraba por Khedira-lesionado- y Di María hacía lo propio por Özil.
El Betis, ante el vendaval blanco, optó por cerrarse atrás y esperar su oportunidad, que llegaría en el minuto 70. Un centro del recién entrado Juan Carlos pillaba mal colocada, una vez más, a los centrales blancos, y Nosa, que quizá no se esperaba tal ocasión, remató franco de cabeza pero su disparo se marchó alto.
Carleto suspiró desde el banquillo, y su equipo, tras el susto, volvió a cebarse contra la portería de Andersen. El técnico llamó a Morata, que entró por Benzema para los últimos diez minutos de partido, bajo el "run run" del Bernabéu. No convenció el delantero francés, un día más.
El Betis, orgulloso, no tuvo ninguna ocasión más, a pesar de cambiar su planteamiento y atacar la meta de Diego López. Sin embargo, el Madrid defendió bien y retuvo sus primeros tres puntos en el Santiago Bernabéu.
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