viernes, 14 de febrero de 2014

La mejor fotografía de 2013

El estadounidense John Stanmeyer ha sido elegido ganador de la 57 edición del World Press Photo, la máxima distinción del fotoperiodismo.
Su fotografía, bautizada como "Señal", muestra a un grupo de inmigrantes africanos en Wibuti a la orilla del mar levantando sus teléfonos móviles en busca de cobertura.
"Yibuti es el punto de parada común para los migrantes en tránsito procedentes de países como Somalia, Etiopía y Eritrea, que van en busca de una mejor vida en Europa y el Medio Oriente", explicó el jurado, que valoró "la conexión de la foto con la tecnología, la globalización, la pobreza, la humanidad..." en la que también "hay sutilidad, un trabajo poético intenso y con significado".
Stanmeyer se impusó ante más de 98.000 imágenes enviadas por 5.754 profesionales, y ganará 10.000 euros en efectivo, una cámara Canon y un juego de lentes profesional.
Entre los participantes, los españoles Moisés Saman y Pau Barrena, también triunfaron. El primero quedó segundo en la categoría de "Noticias" y el segundo fue tercero en "Retratos".
La fundación World Press Photo, con sede en Amsterdam, distingue desde 1995 con sus galardones el trabajo de fotoperiodistas y reporteros gráficos de todo el mundo.


La mejor foto del año 2013 la hizo el fotógrafo estadounidense John Stanmeyer para la revista National Geographic. Así lo ha decidido el jurado del concurso World Press Photo, al escoger su imagen de un grupo de emigrantes somalíes buscando cobertura para sus teléfonos móviles en la costa de Yibuti. Tomada de noche en el Cuerno de África, la instantánea recoge el intento del grupo de ponerse en contacto con sus familias en una zona donde también se reúnen etíopes y eritreos en busca de trabajo.
“La foto es una suma de muchas historias. Trata sobre la emigración, pobreza y globalización, pero también la tecnología, el desarraigo y la humanidad. Es sutil y poética, a la vez que intensa y con significado”, según Jillian Edelstein, miembro del jurado.
Este año, las reglas de selección han cambiado debido a la polémica desatada por los supuestos retoques aplicados a la imagen ganadora de 2012. Tomada por el fotógrafo sueco Paul Hansen, se le acusó de haber hecho un montaje acoplando varias instantáneas para lograr el efecto dramático deseado. Su retrato de los cadáveres amortajados de Suhaib y Mohamed, dos niños, cuando eran llevados a enterrar en Gaza, fue criticado porque parecía el resultado de dos fotos tomadas en distintos momentos. 
El jurado investigó el caso y llegó a la conclusión de que no hubo fraude, pero sí algo de postproducción. “Se retocó el color y tono global, pero nada más”, dijeron entonces. Para evitar nuevos sobresaltos, ha exigido ahora a los autores la entrega de sus negativos sin tratar para compararlos con la foto recibida. “Esperamos que los reporteros gráficos profesionales respeten las normas éticos periodísticas, y no alteren contenidos agregando o quitando elementos”, señaló la dirección del certamen en diciembre pasado.


Fuente: El País

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