Asefa Estudiantes, dieciseisavo. Seis victorias, catorce derrotas. ¿Esperado?, ni mucho menos.
Eso podría ser un buen resumen telegráfico sobre la temporada del Estudiantes, sumido en un grave crisis deportiva, además de la económica, que ya venía de atrás. Solo en el plano ideológico el Estu sigue siendo el Estu. Diez canteranos en plantilla, que se dice pronto.
En cambio, uno de los no canteranos, ha llegado al equipo como pieza clave y fundamental para evitar el descenso a LEB, objetivo primordial del club, y más tarde, si se logra dicho propósito, intentar mirar más arriba. Es, evidentemente, Chris Lofton, un viejo conocido.
El americano llegó a raíz de los desplantes de dos fichajes de Pepu en verano: Wright primero, y Flores después. Por ello, el Estu recuperó a Lofton, algo que no consiguió en el periodo veraniego, cuando una hernia frustró la contratación.
Lofton lleva poco más de un mes en las filas colegiales y ya ha sido de los más destacados del equipo en cuatro partidos, con una media superior a los 18 puntos por partido. Lo malo, es que nadie le ha acompañado hasta ahora, y el Estu ha perdido esos cuatro últimos partidos.
Aun así, las estadísticas no mienten, y Lofton, que tiene en el triple su mejor arma, es ya el hombre más importante de Asefa, el que pide la responsabilidad, al que le dan los balones decisivos, y al que los rivales cubren más cerca.
Está claro que Chris Lofton no puede hacer la guerra por su cuenta, pero es igual de evidente que el futuro deportivo de Asefa Estudiantes está en sus manos. La Demencia ya se encomienda a “Metralleta” para que no suceda eso que todo el mundo piensa pero no dice. Y con razón, porque eso sería una verdadera tragedia para este Club histórico.
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