Nada mejor que una noche como esta, la de los Goya, para hacer paralelismos del mundo del cine con lo que ha sido la Copa del Rey de Baloncesto: una película esperada, predecible, pero con un final sorprendente, de esos que te dejan con la boca abierta.
Se cumplieron los pronósticos: Madrid y Barcelona llegaron a la final. Los dos favoritos habían conseguido acabar con le sueño copero de los otros seis equipos, que viajaron a Barcelona sabedores de que dar la sorpresa iba a estar más complicado que nunca.
En cuanto a ese respecto, la Copa ha defraudado. El torneo del KO, de las sorpresas, el más abierto, no lo fue tanto. Los que esperaban ver una Copa vibrante se han quedado con las ganas. Y la Liga pinta parecida.
Y es que Madrid y Barcelona están a otro nivel, tanto de presupuesto como de calidad. Son dos plantillas excepcionales, muy alejadas de equipos tan modestos como el Fuenlabrada o el Lucentum, o incluso de equipos de notable rendimiento como pueden ser Caja Laboral o Unicaja.Cuatro cuartos calcados.
Justamente el equipo malagueño ha sido la gran decepción. Muchos apostaban por ellos cuándo se les preguntaba por una posible sorpresa en el torneo. Ni eso: el Unicaja cayó en cuarto ante un gran Banca Cívica(65-77) en el partido de cuartos que se preveía más igualado. Ganó al final el equipo de Joan Plaza. Luego tocó el Madrid y hasta ahí pudo llegar.
Porque el equipo de la capital no dio lugar a las sorpresas. Ni siquiera contra el vistoso Fuenlabrada, cuyo milagro fue entrar en la Copa, sin patrocinador, pero con una afición formidable detrás que impulsó al equipo a realizar un gran baloncesto. Eso también lo hizo en los cuartos, pero contra el Madrid hace falta algo más. No obstante, el Fuenla ha sido el equipo que en más aprietos a puesto a los de Pablo Laso(75-66).
Por el otro lado, el Barcelona comenzaba asustando con su gran victoria ante el equipo revelación, el Lucentum Alicante(75-54), al que no dio ninguna opción de dar la campanada. Amargo final de sueño para los de Alicante. El premio fue estar en Barcelona. Hacerlo bien ya era complicado. Y más contra el anfitrión.
Al mismo tiempo, el Caja Laboral hacía los deberes y derrotaba en el derbi vasco al Lagun Aro(72-65). Se completaban así unos cuartos esperados, exceptuando quizá esa victoria del Banca Cívica sobre Unicaja.
El poder de los dos grandes.
En semis más de lo mismo: partidos igualados pero no apretados en el marcador. El equipoo que rompía el partido en el último cuarto ganaba el choque.
Así lo consiguió el Barcelona ante el Caja Laboral, con un juego muy profesional, un Lorbek inspiradísimo y una defensa que anuló a los hombres de Dusko Ivanovic(57-66), que llegaron hasta lo máximo posible. No da para más: el Regal Barça esperaba rival en la final.
Sería el Madrid, que derrotó a el Banca Cívica(84-92) en lo que fue todo un partidazo ofensivo. Los blancos fueron muy superiores, pero el equipo de Plaza logró acercarse en el marcador, aunque la reacción fue tardía. Los de Sevilla se despedían de la Copa, y el Madrid se disponía ya a encarar esa final contra el Barcelona.
El Madrid conquista Barcelona.
La historia reciente no dejaba en buen lugar al Real Madrid: 19 años sin ganar una Copa, mientras que el Barcelona habñia sido campeón los dos años anteriores. Además, jugaban en casa. Total: favoritos.
Quizá fue esa falta de presión, esa sensación de minoría en todo, la que hizo vencedor al Real Madrid, contra todo pronóstico.
Y de paliza(74-91), llegando a tener ventajas considerables. De nuevo, los que preveían un final igualado, fallaron.
Además, el Madrid practicó un baloncesto de altísimo nivel, cimentado en una defensa muy agresiva, una inteligencia táctica increíble y dos francotiradores muy acertados como fueron Sergio Llull, MVP, y Jayce Carroll. Por contra, el Barcelona, agobiado por el marcador y desesperado por el ritmo del partido. En ningún momento se puso por delante en el marcador, y los murmullos crecían en el Palau. Además, Navarro ha completado una de sus peores Copas de su carrera, aunque con su trayectoria se le perdona todo.
En resumen, el Madrid gana un título tan merecido como necesario ante el mejor rival y escenario posible. Laso gana así su primer título como entrenador, y su popularidad crece a grandes pasos entre los aficionados madridistas, que ven ahora que el Barcelona no es invencible.
Ante esto: ¿cambio de ciclo?. Es posible, aunque mejor no adelantarse.
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