El Madrid ya es equipo de cuartos de final de la Copa del Rey. Hoy a los de José Mourinho no les convenía un partido loco, sin dueño. Hizo lo que tenía que hacer: protegerse y controlar el partido a su antojo. No le dio velocidad ni juego ofensivo. Pero no hizo falta. El Málaga, entre la falta de acierto y la segura defensa madridista, queda fuera de una Copa que podría haber llegado lejos, pero el sorteo es caprichoso.
Mourinho alineó al equipo de gala, con trivote, Coentrao y Arbeloa en las bandas, y Kaká por Özil en punta. El once fue lo de menos, ya que el Madrid no tuvo fisuras atrás. No obstante, el Málaga dominó en varias fases del encuentro, envalentonado también por el resultado de la eliminatoria. Necesitaba un gol, no era imposible.
Y como lo sabían, los de Pellegrini salieron a un gran nivel, tanto de actitud como de presión, ante el largo toque de los blancos, que no tuvieron prisa nunca. Madurez.
No había noticias de los Cristiano y compañía, al contrario que los delanteros andaluces. El Málaga llegaba cada vez con más claridad, como demuestran las ocasiones de Van Nistelrooy, eterno, y las peligrosas llegadas de Sergio Sánchez o Isco.
Se llegaba a la media hora sin una ocasión del Madrid. El Málaga tenía el balón, y cuando lo robaba el Madrid, no llegaba arriba. Kaká, desaparecido, no conectaba con Cristiano, que tampoco se ofrecía mucho. Lleva dos partidos el portugués con una actitud extraña. Del brasileño mejor no hablar, pero Mourinho le señaló directamente con el cambio del descanso. Eso dice todo.
Al filo del descanso, llegó la primera ocasión destacable del Madrid, obra de Khedira, que además se lesionó en esa jugada. El tobillo izquierdo le falló y el alemán tuvo que abandonar el terreno de juego. Una lástima: el top de Mou llevaba varios partidos siendo de los destacados del Real Madrid. Veremos cuál es el alcance de la lesión.
Minutos después, el Madrid, que se aprovechaba del cansancio físico del Málaga, pudo haber vuelto a marcar, pero el cabezazo de Ramos, solo, se marchó rozando el palo de Willy Caballero.
Así, en el mejor momento del Madrid, se llegaba al descanso, agradecido por el Málaga. La eliminatoria estaba aún muy abierta. Un gol de los locales daba el vuelco a la misma. Pero un gol del Madrid dejaba casi todo visto para sentencia.
En la segunda mitad, el Madrid mejoró levemente. La salida de Özil por Khedira le había dado otro aire, más fresco y suelto que el que había con Kaká. El ex del Milán fue cambiado en el descanso, en favor de Marcelo, que se colocó adelantado. Él y Özil, bien secundado por Xabi, controlaron el mediocampo, y, por detrás, la defensa seguía siendo impenetrable.
Al Málaga cada vez le funcionaba menos el juego en equipo, pero en individualidades no. En el 52, Isco, genial, se inventó un contraataque que terminó chupando Eliseu, el Cristiano Ronaldo del Málaga.
Tras esa ocasión, el Madrid de Xabi Alonso quiso dar un golpe sobre la mesa, y dominó el partido hasta los minutos finales. De esa forma, las ocasiones de los visitantes aumentaron. Primero Higuaín, que salvó Demichelis, y después Cristiano, al que su cabezazo fue anulado por Willy Caballero. Ahí estaba el 0-1, parecía evidente. Luego, lo que es el fútbol, llegaría en una jugada casi muerta.
Antes de eso, el árbitro, en el 69, anulaba un golazo a Higuaín por claro fuera de juego. Una pena, porque el pase de Mesut Özil había sido magnífico.
Casi tanto como la entrada de Benzema al campo, por el Pipita. El francés marcó tres minutos después, en un tiro que se coló por entre las piernas de Caballero, que había cuajado una gran actuación hasta entonces. Pero fue gol. Benzema sigue así en estado de gracia, dejando claro que él es el 9 del Madrid.
Con el gol del Real Madrid se confirmó una de las tantas posibilidades existentes. El Málaga remaba ahora a contracorriente, con una eliminatoria muy cuesta arriba. El Madrid, por su parte, había conseguido sus dos objetivos principales: mantener a raya al Málaga y marcar gol.
No hubo mucha más historia después del tanto. Cristiano falló dos ocasiones más, y Caballero se resarció de su error con un paradón a un gran tacón de Sergio Ramos, que también atacaba. Imperial el de Camas, junto con Pepe, atento y seguro.
El único que dio la nota al final fue Arbeloa, correcto en el juego, pero que soltó un codazo en un salto sin necesidad con el tiempo ya en su recta final. Segunda amarilla. No jugará la ida de los cuartos. La cara de Mourinho lo decía todo. La bronca habrá sido monumental.
Después, ya en el descuento, con un Madrid relajado y un Málaga a la desesperada, pudo haber llegado el gol local, pero ni Toulalan primero ni Monreal después acertaron en sus remates.
Con eso, Pérez Lasa pitó el final. El Málaga se despide así de la Copa, mientras que el Madrid, que baja el rendimiento sin Di María, imprescindible, sigue adelante en la competición, y, si no sucede nada raro, será el Barcelona el que espere en cuartos. Hoy Benzema, junto con Willy Caballero, así lo han querido.
LO MEJOR: Un cerrojo atrás: enorme el Madrid en labores defensivas, especialmente sus dos centrales, Pepe y Ramos, que se entienden a las mil maravillas.
LO PEOR: Arbeloa y Kaká. El primero por su tarjeta roja totalmente innecesaria, y el segundo por su juego, desaparecido durante meses. Parece que ni Mourinho puede recuperar al mejor Kaká. O por lo menos al menos malo.
Nota Málaga: 6
Nota Madrid: 7
Hombre del partido: Sergio Ramos(9).
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