viernes, 10 de mayo de 2013

Felipe Reyes y Sergio Rodríguez guían al Madrid a la Final de la Euroliga (67-74)


Saber jugar los minutos finales es un grado. Tener a Felipe Reyes entre tus filas, también.
El Madrid mezcló veteranía y sangre fría cuando más lo necesitaba, y, junto al capitán blanco, brilló un perfecto Sergio Rodríguez. Ambos sentenciaron a un Barcelona Regal de más a menos, que echó de menos a sus grandes figuras en los momentos clave. Solo Marcelinho y Tomic plantaron cara en un Clásico vibrante, de alternancias y con un justo vencedor final.

 El encuentro comenzó con un Barcelona mucho más concentrado, infringiendo una dura defensa contra los hombres del Real Madrid, que poco podían hacer ante ella. Así, los de Xavi Pascual colocaban las primeras ventajas (4-0, min 3).
 El Madrid sufría un exceso de precipitación e individualismo, además de problemas con las personales: Begic cometió su segunda a los seis minutos. Antes era Mirotic el único que tiraba del carro del Madrid, aunque Navarro (9 puntos), muy enchufado, se empeñaba en mantener las distancias (11-6 min 7) e incluso aumentarlas, para el 18-11 al final del primer periodo. El Barcelona demostraba una superioridad patente, a pesar de la baja casi confirmada de Jawai.
Sin embargo, el Real Madrid no tardó en reaccionar. Lo hizo gracias a la entrada de Sergio Rodríguez (12 puntos, 9 asistencias, 16 de valoración), que dio otro aire al equipo: más eficaz, más rápido, más al estilo de Pablo Laso. La aparición del Chacho, unido al excepcional acierto desde el triple (5/7 en este cuarto) de Llull (13 puntos, 10 de valoración), Mirotic y el propio Sergio, posibilitó al equipo blanco el ponerse por delante en el marcador por primera vez en el partido (26-27 min 17). 
Ahora era el Barça el equipo atascado y sin puntería. Navarro, bien defendido, no apareció como en el primer cuarto. El que sí lo hizo fue Felipe Reyes, que se unió al gran cuarto merengue (15-28) para dejar a su equipo con ventaja al descanso: 33-39. El Madrid había reaccionado a la fuerte salida azulgrana.
 Tras el descanso, el Barcelona de nuevo el equipo más entonado, personificado en un jugador,Marcelinho Huertas (19 puntos, 16 de valoración), que dirigió y anotó a la par, acercando al Barça (44-45 min 24). El Madrid cambiaba mucho sin la presencia de Sergio Rodríguez en pista, y echaba de menos a Mirotic. Así, los de Laso anotaban a cuentagotas. El Barcelona, tras ese primer arreón, también le costó encestar. 
La entrada en pista de Jawai tampoco ayudó. El paso del pívot por el partido fue meramente testimonial.
El encuentro entró en tramo de tensa calma. Ambos equipos se respetaban, y se preocupaban más en defender a los tiradores contrarios que en atacar con claridad. Solo Marcelinho, junto con Tomic (18 puntos, 12 rebotes, 34 de valoración), aceleraron el choque, colocando al Barcelona por delante antes de los últimos diez minutos (51-48).
En el último cuarto, el Barcelona pareció querer cerrar el partido con un Huertas que seguía en estado de gracia con su tiro característico. Los de Pascual obtenían la máxima ventaja a siete minutos del final: 61-52.
Fue entonces cuando resurgió la pareja formada por Sergio Rodríguez y Felipe Reyes (17 puntos, 23 de valoración), que encomandaron un glorioso parcial de 6-22 que sentenció el encuentro. 
El Barcelona nada pudo hacer para parar al dúo, con un Reyes sobrehumano bajo los tableros, luchando cada balón como si fuera el último. El capitán acercaba a su equipo con un rápido parcial (61-57 min 36) y con otro aún más intenso colocaba al Madrid por delante (63-65).
 El Barcelona, noqueado, no sabía como reaccionar. Había entrado en bonus demasiado pronto, faltaba Navarro cuando más se le necesitaba-raro es-, Lorbek tenía cuatro faltas, Tomic estaba desaparecido y los ataques se hacían sin sentido, precipitados. Además, los rebotes ofensivoscaían en manos de jugadores blancos (6-17). Una diferencia que permitía al Madrid nuevas opciones de ataque, algo que resultó determinante.
Junto a todo eso, los chicos de Laso realizaron una admirable defensa en los minutos clave, obligando al Barça a consumir los ataques unas veces, o tirar forzado otras. En definitiva, el Madrid supo jugar y administrar mejor los últimos minutos.
El Barça entró en ellos casi sin opciones (63-69 min 39) pero con la sensación de que todo aún podía ocurrir. El Madrid no se dejó llevar por la eufórica, y sentenció el partido a base de defensa, robos, importantes rebotes, y tiros libres, para dejar el resultado final en un justo 67-74.

Acabó el partido y se desató la alegría entre los seguidores blancos, que ya piensan en esa final del domingo (21:00) ante el Olympiakos, que dio la sorpresa al tumbar al CSKA.
Por su parte, el Barcelona jugará el intrascendente partido por el tercer puesto el mismo domingo a las 18:00 frente al equipo de Messina.

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