Cleveland Cavaliers 113 - Golden State Warriors 118 (0-3)
Lo rozan con el dedo. Golden State Warriors apunta a anillo de campeón. Esta noche han ganado el 75% de él. Una victoria vital y sufrida en Cleveland, en el mejor partido de los Cavs en estas Finales. Fue insuficiente ante el mejor equipo de la historia reciente. Ni el mejor LeBron (39 puntos), ni un superlativo Irving (38) completaron la machada. Estuvo muy cerca eso sí: los Cavs murieron en la orilla. 87 puntos entre Durant (31), Thompson (30) y Curry (26) en un partido para el recuerdo.
El primer cuarto fue excepcional, digno de una finales de la NBA. Cleveland y Golden State volvieron a ofrecer un ritmo elevadísimo y un acierto soberbio. Ambos equipos superaban el 70% en triples en los 12 primeros minutos. Tremendo. Primero un invisible hasta el momento, JR Smith, con ganas de encontrar la racha. Le siguió el omniprente LeBron, que contestaba a Klay Thompson, prácticamente infalible desde el 7,25.El problema de los Cavs volvió a radicar en su 'LeBrondependencia'. Como muestra, los dos últimos minutos del primer cuarto. Hasta entonces, había cundido la igualdad. En esos instantes con James en el banquillo, los Warriors golpearon con un 0-10 de parcial, comandados por Durant y Curry, que no descansaban. Golpe mental para Cleveland, cuyo esfuerzo y acierto no se veía recompensado. Estos Warriors parecían dispuestos a llevarse el anillo cuanto antes.
El segundo cuarto tuvo color local (29-28) pero tampoco dejó buenas sensaciones a los de Tyronn Lue. LeBron arrastró durante casi todo el cuarto la mitad de los puntos de su equipo. Era 'El Rey' contra los Warriors. Éstos repartían sus ataques entre Thompson, Curry o Durant, descargando trabajo al resto. En Cleveland, James contra el mundo. Ni Love, ni Irving-salvo un par de minutos antes del descanso-rindieron a su nivel en la primera mitad.
Los Cavs podían darse con un canto en los dientes tras los dos primeros cuartos. Seguían en partido pese a haber repartido quince asistencias y capturado siete rebotes menos que Golden State. El efecto LeBron. Aunque Green ayudó a los de Ohio con sus constantes ataques de rabia que le costaban faltas y técnicas.
Tras el paso por vestuarios, otro ataque de anotación compulsiva de JR, que solo sumaba desde el triple pero de dos en dos. Los Cavs entraban con fuerza en la segunda parte en un tercer cuarto que fue la desconexión de Durant para volver con más fuerza que nunca al final. Fue Klay Thompson (6/11 en 3PT) el que lideró a los Warriors en este periodo, aunque tuvo un protagonista principal: Kyrie Irving. Fue un espectáculo, jugada sí, jugada también. De mil formas, a cien revoluciones. Tiene, probablemente, el mejor 1x1 de la Liga, y lo demostró con varias acciones espectaculares. Difícil quedarse con una; complicado decidir cuál es la más inverosímil. Irving tiró de los Cavs para colocarles con ventaja, mientras Golden State había ajustado mejor la defensa sobre LeBron, que se encargó entonces de provocar dobles ayudas y repartir juego. El monstruo.
Curry gozaba de oportunidades que no desaprovechaba, pero llamaba la atención la ausencia de Durant. No anotó, pero es que apenas lanzó a canasta en el tercer cuarto. Visto el resultado a posteriori, parecía descansar sin pudor alguno. Pero bueno, el próximo MVP de las Finales se lo puede permitir.
% en triples: 57% Durant (4/7); 55% Thompson (6/11); 56% Curry (5/9)
Cleveland había conseguido un +11 en el tercer cuarto ideal para entrar gobernando al último cuarto. Había novedades con respecto a los partidos en San Francisco. Una de las más destacadas, la ayuda de Korver en el ataque. En su marcado rol de tirador. el ex de Atlanta acertó en triples en momentos determinantes, para festejo del repleto Quicken Loans Arena. También Irving estaba on fire en los minutos clave. Y en Golden State era el trío fantástico los que marcaban la resistencia. Un continuo baile de canastas y triples, donde las defensas apenas lograban imponerse.Ya en los minutos finales, apareció el que es hoy por hoy el mejor jugador del planeta. Kevin Durant anotaba cinco puntos consecutivos, los tres últimos con James delante. Su equipo rozó el 50% en triples. Cleveland erraba en su posesión por medio de Korver, e Iguodala quitaba de las manos el balón a LeBron en la última posesión útil de los Cavs. Con todo lo que habían trabajado, y Warriors había vencido también en el tercer duelo.
La moral en Cleveland está por los suelos. No es para menos. El jarro de agua fría es tremendo. Solo queda la esperanza de una machada histórica, superior aún a la del año pasado. ¿Qué más pueden hacer estos Cavs para ganar a los Warriors? Un servidor piensa que nada más de lo que han demostrado hoy. Por lo que queda aplaudir y rendirse al que, salvo hecatombe, será el próximo campeón de la NBA. (¿quizá este viernes a las 3:00?)
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