Golden State Warriors 129 - Cleveland Cavaliers 120 (4-1)
El tercer capítulo de la trilogía Warriors-Cavs termina como el primero: con Golden State alzándose con el anillo de campeón. Ganó el quinto encuentro con sufrimiento, ante unos Cavs luchadores pero muy cansados en el tramo final. Kevin Durant (39 puntos) volvió a ser determinante, secundado por Curry (34) e Iguodala (20). Con él los Warriors rescatan el trono con total merecimiento. Nada pudieron hacer LeBron (41), Irving (26) o JR Smith (25).
No al porcentaje de otros partidos, pero el quinto encuentro también nos dejó un primer cuarto donde lo ofensivo prevaleció sobre todo lo demás. Los Cavs arrastraron la buena dinámica del cuarto duelo para tomar las primeras ventajas en San Francisco. Golden State sufría más pérdidas de lo habitual (seis en el primer cuarto), en tanto que Cleveland aumentaba su intensidad defensiva y ampliaba su sistema de ayudas.
Su único problema en los primeros minutos fueron las personales de Kevin Love. El interior cometía dos en menos de tres minutos. Sin embargo, no notaron su ausencia. Eran los Warriors los encargados de ello con sus numerosos fallos en triples liberados. Tanto que hasta los Cavs optaron por flotar y asegurar el rebote. Y en ataque, LeBron e Irving comenzaban con su espectáculo, firmando doce puntos cada uno en los doce primeros minutos. Las dos piezas primarias de Cleveland estaban a su nivel habitual para conquistar Oakland. El equipo de Tyronn Lue sabía a lo que jugaba y así logró el mejor inicio de partido en un partido en el Oracle.
Pero la alegría no iba a ser duradera. En el segundo cuarto, los Warriors demostraron todo su arsenal. Con el 'Death Lineup'-Curry, Thompson-Iguodala-Durant-Green- los de 'La Bahía' golpearon a Cleveland con un parcial de 30-8, cimentando en el acierto exterior de Durant y Curry, en la velocidad de sus transiciones y un aumento de la capacidad defensiva. Los Cavs eran ahora los que perdían los balones. Además, los Warriors se mostraban superiores en los 1x1. Cleveland, con ese quinteto en pista, tenía que estar muy encima de las marcas, lo que les dificultaba para llegar a las ayudas.
Golden State había conseguido dar la vuelta al marcador y a la tarjeta estadística de los rebotes, las asistencias y las pérdidas de balón. El dominio era absoluto, hasta que JR Smith decidió comparecer. Tres tripes suyos sin fallo recortaron distancias antes del descanso, para dejar avisados a los Warriors. Cleveland quería luchar hasta el último límite que encontrara. -11 para LeBron y compañía al descanso.
El tercer cuarto también tuvo dominio visitante, y los Cavs consiguieron recortar diferencias con un LeBron inmenso al que ahora acompañaba la versión ofensiva de Tristan Thompson y el acierto prolongado de JR Smith. El escolta acabó con una carta de tiro de 6/7 desde el 7,25. Fue fundamental para sostener a los Cavs en el partido pero, como Thompson, llegó demasiado tarde a las Finales.
No como Durant, que fue el encargado de sentenciar el partido y conseguir el anillo para los Warriors. Su serie de tiro fue magnífica, redondeada también en el tramo decisivo (14/20 en tiros de campo, 5/8 en triples). La elección de lanzamientos de Golden State, también. La aparición, una vez más en las Finales, de Iguodala, determinante. 20 puntos para él, 14 de ellos en la segunda mitad.
Así, los Warriors vencieron por inercia. Buscando y encontrando canastas fáciles y cercanas al aro ante la desesperación de Cleveland, que jugaba ya a la improvisación, sin demostrar el acierto de la primera parte y pecando de errores defensivos graves. No había noticias de Kevin Love, por cierto. Volvía la 'LeBrondependencia' a una plantilla que se notaba cansada y expuesta a lo que Warriors decidía. Por ejemplo, el triple lejano de Curry para poner el punto final a la temporada. Como antaño, como lleva haciendo en los últimos años. 34 puntos hoy para el '30'. Nos hemos acostumbrado a ese nivel.
Queda alabar el esfuerzo de Cleveland hasta el final. Incluso pareció que se podían llevar este encuentro y llegar al Quicken Loans Arena con 3-2 en la serie. Esta vez no hubo machada. Era más difícil que el año pasado. Por el resultado, pero sobretodo por el factor diferencial: Kevin Durant, MVP de las Finales. Con KD, los Warriors recuperan el puesto más alto de la NBA con mayor autoridad que nunca. Están marcando una época cuyo final se atisba aún lejano.