La FAO sostiene que los insectos son "un recurso desperdiciado" y cuyo proceso alimenticio podría "producir nuevos empleos e ingresos en efectivo". Además, son "una fuente rica en vitaminas que aseguraría la seguridad alimentaria".
La organización elabora en un informe la existencia de más de 1900 insectos comestibles, que ya son ingeridos en países tropicales. Destaca su posible utilización en la fabricación de piensos y alimentos para el ganado.
La Organización
de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) removió
las conciencias y los estómagos de buena parte de la sociedad occidental el año
pasado con la publicación de un extenso y documentado informe titulado Los insectos comestibles: Perspectivas de futuro de la
seguridad alimentaria y la alimentación.
Esta semana, del
14 al 17 de mayo, el tema vuelve a estar sobre la mesa con la celebración en el
el lujoso hotel Reehorst de Ede, en el centro de Holanda, de la
conferencia internacional Insectos para alimentar al mundo,
organizada por la FAO y la Wageningen UR, centro de universidad e investigación
vinculado a la universidad holandesa de Wageningen.
El consejo asesor
internacional de la reunión de Ede cuenta, entre otros expertos, con la
participación de Santos Rojo, investigador de entomología y
director del grupo de Investigación Bionomía, Sistemática e Investigación
Aplicada en Insectos de la Universidad de Alicante, España.
El objetivo
general de la conferencia es promover el uso de insectos como alimento humano y
como pienso para garantizar la seguridad alimentaria.
La FAO estima que
el mundo necesita para aumentar su producción de alimentos en un 70% para 2050
con el fin de atender a una población mundial de nueve mil millones. Producción
de piensos está compitiendo cada vez más por los recursos (tierra, agua y
fertilizantes) con la alimentación humana y la producción de combustible, la
urbanización y la naturaleza.
El dossier
informativo de preparación de la conferencia internacional recuerda que el 70%
de las tierras agrícolas del mundo ya sea directamente o indirectamente, está
dedicada a la producción de carne. En este sentido, los responsables de la FAO
se preguntant si, con una creciente población mundial y los consumidores cada
vez más exigentes, ¿podemos todavía producir suficiente proteína animal en el
futuro?
La respuesta es
esta organización de Naciones Unidas puede parecer extraña en sociedades como
la nuestra -amante de las mariscadas pero poco habituada a los pinchos de
saltamontes-: "Urgentemente necesitamos identificar fuentes alternativas
de proteínas, y los insectos tienen un gran potencial para contribuir a la
seguridad alimentaria mundial".
Fuente: La Vanguardia
No hay comentarios:
Publicar un comentario