Un triple de Jordi Grimau a dos segundos del final significó la victoria del Blancos de Rueda Valladolid en la difícil pista del Asefa Estudiantes. Los visitantes siempre mandaron en el marcador y en el ritmo de partido, sin ofrecer opción alguna a los parciales colegiales, que tuvieron en Germán Gabriel su mejor hombre. El capitán estudiantil tuvo el triple para forzar la prórroga, pero el balón no quiso entrar, y la victoria, merecida, se fue a Valladolid.
Salió dominante y con las ideas muy claras el Blancos de Rueda Valladolid, que prontó destacó en el marcador, con un parcial de 2-11 en cinco minutos. Cizauskas, y muy especialmente Sinanovic(12 puntos, 12 de valoración), hacían estragos en la dormida defensa colegial. A su equipo lo despertóGermán Gabriel (17 puntos, 19 de valoración), que apoyado en el buen hacer de Lamont Barnes, mantuvo al Estu en el partido e incluso lo llevó por delante: 21-17 a final del primer cuarto.
Sin embargo, no se tardó en apreciar que el Asefa Estudiantes no tenía la claridad y la velocidad que otros días. Todo eran dudas y pérdidas. Además, su mejor hombre, Carl English (19 puntos, 17 de valoración), estaba aún por aparecer. Esto lo aprovechó a la perfección el Valladolid, y sobretodoO`Leary (11 puntos, 7 rebotes, 18 de valoración) y Grimau (18 puntos, 8 rebotes, 19 de valoración), que ya avisaba de que era su tarde. No sin las continuas y discutibles decisiones arbitrales, el partido se fue al descanso con 32-39.
Tras el paso por vestuarios, Estudiantes pareció salir con más ímpetu (English empezaba a enchufarse) pero el Blancos de Rueda se mantuvo firme. Desde una defensa inteligente y bien colocada, sin fisurar, los vallisoletanos evitaban cualquier susto. Además, Martin (22 puntos, 21 de valoración) se encontraba muy enchufado. El Asefa llegó a ponerse en igualdad (45-45 min 28) pero finalmente volvió a irse con desventaja: 49-55.
En el último cuarto, de infarto, el guión del partido no varió. Al menos no en abundancia. Porque sí mejoró el Estudiantes en cuanto a esfuerzo. Los de Vidorreta se colocaban a dos o tres puntos, pero el Valladolid, que desprendía una confianza excepcional, siempre contestaba e incomodaba a los estudiantiles. English daba vida a los colegiales, pero no la suficiente. La defensa pucelana se mostró impasible, especialmente con el canadiense, al que le negaron los balones en los minutos finales. Fue entonces el inglés Daniel Clark (12 puntos, 19 de valoración) el que tiró del carro azul, con ocho puntos seguidos, que colocaban al Estu por delante por primera vez en el partido: 64-63 min 35.
El Palacio confiaba en el arreón final de los suyos para asegurar la victoria, pero no contaba con la aparición estelar de Jordi Grimau. Antes, ya a minuto del final, en el juego de tiros libres el Valladolid solo falló uno, determinante. Luego sí, a dos segundos del final, Grimau clavó un triple al más puro estilo NBA. Tras el tiempo muerto de Estudiantes, Germán, con English magníficamente anulado, tuvo la canasta de la victoria, pero su triple lo escupió el aro, para la rabia general. La victoria se fue para Valladolid de manera merecida.
Así, los de Gónzalez (8-14) siguen en su lucha por alejarse de la zona baja de la tabla. Por su parte, el Estudiantes desperdicía una ocasión de oro para abrir aún más brecha en el corte de playoff y, de paso, acercarse a los puestos más nobles de la liga. Con tres rivales a una victoria, los de Txus siguen octavos, en playoff. Comparando con la situación de la pasada temporada, es de agradecer.
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