Probablemente fue el primer cuarto el que a la postre permitió la victoria del Estudiantes, que jugó este como si de una final se tratara. La pareja de moda, English-Germán (12 puntos para cada uno en este cuarto), hacía estragos en la tímida defensa maña, incapaz de parar el inteligente y efectivo ataque estudiantil. Además, la fortuna hoy estaba del lado visitante, y a el CAI no le entraba nada. El abultado parcial de 11-28 que reflejaba el marcador al término del primer periodo lo decía todo: solo había un equipo en la pista.
No obstante, en la retina de todo aficionado colegial estaban los numerosos partidos en los que una renta tan alta era desperdiciada. Hoy el camino fue el mismo, pero el final no. El CAI , sabedor de su buenas segundas partes, jugó un segundo cuarto más atinado en ataque, con Pablo Aguilar (12 puntos, 9 de valoración) como principal protagonista. En su contra, contestaba la muñeca de Kyle Kuric (12 puntos, 14 de valoración), que anulaba el inicio de remontada local. 32-46 al término de la primera mitad.
Tras la salida de vestuarios, el Estudiantes se mostraba muy concentrado en su labor de mantener las distancias. El juego, más interior, permitía la aparición de sus pívots, Gabriel y Lamont Barnes (6 puntos, 7 rebotes, 14 de valoración). En el CAI, se destacaba Van Rossom y Michael Roll (15 puntos, 13 de valoración) que con un buen último tramo del tercer cuarto colocaban al CAI aún con opciones: 52-66
Unas opciones que aumentaron de manera significativa en el último periodo, claramente dominado por el CAI. Rudez (14 puntos) se erigía como héroe de su equipo, bien secundado por Norel. Una remontada trastocada por las polémicas decisiones arbitrales (con un pabellón muy encendido), pero sobretodo por el empuje de English, y muy especialmente en este cuarto de Josh Fisher, que con dos triples volvía a bajar al CAI a la tierra. Los maños lo intentaron hasta el final (75-79 a poco más de un minuto), pero el juego de tiros libres y la fortuna beneficiaron a Estudiantes, que se llevó la victoria con la mínima diferencia (77-82), que le hizo perder el average. Un mal menor.
Así, el CAI (11-9) llega algo tocado a la Copa del Rey, tras perder en casa, donde era casi infranqueable. El Estudiantes (11-9), todo lo contrario: además de igualar al CAI en la clasificación, llega lanzado a su cita copera, venciendo a uno de sus participantes en su estadio. Ojo con este Estudiantes, que puede dar la sorpresa.
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