Según el estudio publicado por la revista Nature Neurosciencie, la proteína descubierta, de nombre NLGN1, se relaciona directamente con las proteínas típicas del alzhéimer, las beta-amiloide. Así, el bloqueo de la proteína descubierta está asociada a la deficiencia de la memoria.
Este hallazgo abre una nueva vía de tratamiento ante el alzhémier, enfermedad que, según los científicos, padecerán 106 millones de personas en 2050.
Según un estudio
realizado por la revista Nature Neurosciencie y promovido por investigadores de
la Clínica Cleveland, se ha identificado una proteína en el cerebro llamada
neuroliguina-1 (NLGN-1)relacionada con las disfunciones producidas
por la proteína beta-amiloide, característica de la enfermedad de
Alzheimer. La alteración de la neuroliguina-1 se había relacionado previamente
con el autismo.
Los hallazgos del
estudio establecen un nexo entre la inflamación, la eficacia en la comunicación
entre neuronas y la memoria. Y, lo que es más importante, que el bloqueo epigenético de esta proteína es uno de los principales
mecanismos asociados con las deficiencias de memoria inducidas
por la proteína beta-amiloide.
En la enfermedad de
Alzheimer, la proteína beta amiloide se acumula en el
cerebro y provoca la movilización de las células inmunes propias del cerebro,
la microglía. Estas células juegan un doble papel en esta patología
neurodegerativa. Por un lado, contribuyen a eliminar la proteína beta amiloide,
pero, por otro, producen un efecto adverso al producir inflamación, que a su
vez induce modificaciones epigenéticas en el gen de la neuroliguina-1.
Estas modificaciones
epigenéticas consisten en la unión de grupos acetilo a las proteínas que forman
parte del ADN (histonas) o grupos metilo a los genes, que acaban alterando la
expresión génica. En este caso concreto, el resultado es una modificación de la expresión del gen de la neuroliguina-1 en el
hipocampo, que disminuye la cantidad de esta proteína esencial para
la comunicación entre las neuronas en sitios específicos denominados sinapsis,
lo que a la larga conduce a la pérdida de la memoria.
Otro de los efectos de
estas modificaciones epigenéticas sería la menor producción del Factor
Neurotrófico Derivado del Cerebro, fundamental también para la formación de la
memoria a largo plazo.
En modelos de ratón,
los investigadores de la Clínica Cleveland han descubierto que durante este
proceso neuroinflamatorio provocado por la proteína beta-amiloide, la
modificación epigenética de la neuroliguina-1 perturba la red sináptica del
cerebro responsable del desarrollo y mantenimiento de los recuerdos. La
destrucción de esta red puede conducir al tipo de pérdida de la memoria que se
ve en los pacientes de alzhéimer.
«Este descubrimiento
nos podría proporcionar un nuevo enfoque para la
prevención y tratamiento de la enfermedad de Alzheimer», explica
Mohamed Naguib, de la Clínica Cleveland, que dirigió el estudio.
Estudios anteriores de
este grupo habían identificado un nuevo compuesto llamado MDA7, desarrollado
inicialmente para tratar el dolor neuropático,
y que puede detener potencialmente el proceso neuroinflamatorio que conduce a
la modificación del gen de la proteína neuroliguina-1.
Los investigadores del
instituto de anestesiología de la Clínica Clevelanddedicaron dos años a estudiar
este compuesto que tiene un papel modulador en procesos neurodegerativos como
el alzhéimer. «Nuestros resultados muestran que podría ser un potencial blanco terapéutico en el tratamiento del alzhéimer»,
señalaba en septiembre de 2012 Naguib, que advierte que «el desarrollo de un
fármaco tardará varios años, aunque es un hallazgo prometedor en el
que vale la pena seguir investigando».
El NMDA7 induce
respuestas inmunes que limitan el desarrollo del alzhéimer en roedores. Y ha
logrado mejorar la cognición y la memoria, además de la plasticidad sináptica,
clave para el aprendizaje. La inflamación en el tejido nervioso es un mecanismo
fundamental implicado en la progresión de esta patología neurodegenerativa. Y
el MDA7 (piperidina) actúa a través de un receptor cannabinoide (CB2), aunque
sin los efectos secundarios que suelen asociarse a otros cannabinoides. Los
resultados se publicaron en Neurobiology of Aging.
Fuente: ABC
Fuente: ABC
No hay comentarios:
Publicar un comentario