A menos de dos minutos, el banquillo español respiraba una radiante felicidad. La selección había logrado distanciarse de Alemania gracias a un triple de Sergio Rodríguez (66-73). Todo parecía resuelto, España seguía en el Eurobasket. Sin embargo, un tiempo muerto de Fleming cambió las tornas. Dos triples consecutivos de Alemania lo hicieron verídico: los anfitriones estaban en el partido. El final, sabido por todos: Llull infalible desde el tiro libre, que no Schröder. El base de los Hawks falló su tercer tiro libre tras una discutida falta de tiro de Ribas. Justicia poética. Así, España, sin hacer un gran partido, sobrevive en Berlín y viajará a Francia para disputar los octavos de final.
Sergio Rodríguez (19 puntos) y Sergio Llull (14 puntos) reencuentran su mejor nivel y acompañaron a Pau Gasol (16 puntos, 11 rebotes) esta vez en el cuadro español. En Alemania sobresalió Schröder con 26 puntos.
La igualdad fue la tónica dominante durante buena parte del encuentro. El respeto y el miedo a perder era máximo. Así, España y Alemania se tanteaban: si Pau Gasol-de nuevo inconmensurable-anotaba, Pleiss respondía. Junto a Gasol, Sergio Rodríguez fue el jugador que se encontró más cómodo en la pista, al final. El Chacho asistió y anotó a partes iguales, especialmente en un notable segundo cuarto. Bajo su dirección, España abría espacios y mejoraba desde el perímetro, salvo Llull, que ofreció una versión muy pobre. La antitética de la segunda parte.
Los de Scariolo, a pesar de ello, lograba las primeras ventajas, aunque ninguna exagerada. Alemania supo responder cuando tocaba, con Schröder en modo incisivo. El base de Atlanta Hawks se fue hasta los 11 puntos al descanso.
Los nervios también jugaban un papel clave. España erró cinco tiros libres en la primera mitad, con un triste 50% de acierto, aunque se marchó tres arriba (38-41) con todo por decidir en la segunda parte.
Una de las claves de la victoria final española fue el crecimiento de Sergio Llull, que se reservó todos sus puntos para los últimos 20 minutos. Con él, la selección empezó a marcharse de manera seria en el marcador. Llull y una gran defensa (al fin) posibilitaron la escapada, que llegó a ser de doce puntos al final del tercer periodo (48-60). Alemania no encontraba la fórmula de penetrar en la ajustada defensa roja. Individual, pero llena de ayudas y manos rápidas. Aquellas que permitían a continuación salir al contragolpe, especialidad de Llull. Además, Sergio Rodríguez estuvo más atrevido de cara al aro. Conexión blanca que ilusionaba, por fin, con la camiseta nacional.
No obstante, Alemania iba a vender cara su derrota. Muy preciada. Era su Eurobasket y solo le valía ganar. Liderados por Nowitzki y Schröder, y bien secundados por Lo, los germanos casi no fallaban desde el triple, despertando todos los fantasmas entre los de Scariolo. La sensación, aún así, era buena, España parecía tener controlado el partido; incluso el técnico italiano se permitió el lujo de hacer falta yendo tres arriba, evitando el posible triple. No hubo triple, pero sí mucha tensión.
Sufriendo también vale, y España seguirá peleando por el Eurobasket. Y por entrar en los Juegos. Salvo sorpresa, Polonia será el próximo objetivo.
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