El Olympiakos, que tardó en dar su brazo a torcer, se basó en la inteligencia de Spanoulis (19 puntos) y en la eficacia de Lojeski (15 puntos) para poner emoción hasta los últimos minutos. Pero el Madrid había aprendido de errores pasados, y la remontada griega ni siquiera comenzó.
Los de Laso pasan así su primera prueba de fuego y estarán en Milán. Allí espera el Barcelona. Casi nada.
No supuso la presión del Palacio de los Deportes un problema para Olympiakos, acostumbrado a jugar las grandes citas europeas. Así, el equipo griego aguantó la energía del Madrid, que disfrutó de un gran acierto en el tiro exterior (5/8 en la primera mitad), con un soberbio Llull que se fue con 15 puntos al descanso.
Sergio fue el que cerró el primer cuarto con un parcial de 5-0, para el 18-12 que demostraba una ligera superioridad del Madrid, al menos, de planteamiento. Los de Laso impusieron su ritmo y su juego, cargando el juego interior griego y superando a un enchufado Lojeski, que tiraba del carro de Olympiakos.La mala noticia de los primeros diez minutos fue las dos faltas de Rudy, que se retiró al banquillo cuando mejor estaba.
En el segundo cuarto, el Madrid practicó una gran defensa de ayudas, agotando la posesión de Olympiakos en algunas jugadas y provocando pérdidas de balón en otras. Especialmente destacable fue la de Dani Diez a Spanoulis. Fue el factor sorpresa de Laso.
En ataque, además, el aro desde el triple parecía muy grande. Llull y Sergio Rodríguez así lo demostraron, logrando una ventaja de hasta trece puntos (25-12 min 14).
Sin embargo, una protestada técnica de Lamonica a Pablo Laso encendió el Palacio y cambió el curso del cuarto. Activó también a Spanoulis, que comandó el parcial de 0-7 al final del periodo. El partido se iba al descanso con un 40-34. Un premio escaso para el gran esfuerzo defensivo del Madrid.
El tercer cuarto fue un toma y daca constante ante unas defensas que no se imponían a los ataques. El Madrid funcionaba gracias a la conexión Bourousis-Mirotic, aumentando la ventaja del descanso (50-41 min 25).
Olympiakos, por su parte, resistía gracias a los triples de Pedwey, que marcó sus tres en este cuarto.
Pero cuando mejor estaba Olympiakos, Spanoulis fue sancionado con técnica por sus continuas protestas al trío arbitral, sumando así su tercera falta y retirándose al banco.
El cuarto acabó con un 59-52 en el marcador. El Real Madrid continuaba así con una renta destacable, jugando cómo quería y zanjando los intentos de remontada de Olympiakos. Pero nadie debía dar por muerto a un equipo griego a falta de diez minutos. Es una regla no escrita del baloncesto
En el último cuarto las visitas al tiro libre aumentaron, facilitadas por la política arbitral: al mínimo contacto se consideraba como falta. Así, el Madrid hizo tres en el primer minuto, y prontó entró en bonus. Sin embargo, no tuvo buenos números Olympiakos desde la personal (10/17).Mientras, un enchufado Rudy aupaba al Madrid por encima de los diez puntos (66-54 min 35), acercando la victoria, aunque ésta la daría otro que no falla en las grandes citas: Felipe Reyes. El capitán blanco cuajó un último cuarto abismal, dominando por completo los rebotes ofensivos, provocando faltas en todo Olympiakos y con un eficaz tiro de 5 metros. Hasta cuatro marco de esa manera. Bartzokas se desesperaba en el banquillo heleno.
Así, los minutos finales pasaban y el Madrid se mostraba infranquable. Pablo Laso avisaba en cada tiempo muerto de la importancia de la defensa. Olympiakos, por su parte, no daba síntomas de remontada. El Madrid lo tenía hecho, y Llull lo confirmó con un triple desde la esquina, desatando la euforia entre los fieles blancos.
El Madrid estará en la Final Four y se enfrentará al Barcelona el próximo 16 de Mayo.
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