Tuenti Móvil Estu, como se hace llamar ahora, tan solo ha ganado dos partidos en los doce disputados esta temporada, ambos en el Palacio: contra el Valladolid (último en la tabla) y frente al Manresa tras dos sufridas prórrogas. Es decir, los de Vidorreta no saben lo que es ganar fuera, y podían llevar tan solo una victoria ante un equipo de su liga, la lucha por mantenerse en la Liga Endesa.
En teoría, cuando el club planificó la plantilla en días calurosos, no se planteaba una situación como la actual. Cierto es que no es un equipo de altas garantías, pero sí de media tabla. El objetivo era no sufrir. Más adelante, se pensaría en los playoffs. Era un proyecto a largo plazo, ya que Txus renovó por dos años. Ahora, las dudas y las críticas se ciernen sobre él, aunque el entuerto tiene más de un culpable.
Si nos remontamos al inicio del verano, el Estudiantes perdía a toda su columna vertebral. El base titular, Granger, continuaría su proyección en un equipo de Euroliga como Unicaja; el ala-pívot y capitán, Germán Gabriel, se iba a un equipo con mayores aspiraciones (Bilbao Basket); y el escolta y máximo anotador de la pasada campaña, English, anularía su contrato con Estudiantes, que le debía dinero.
Tres noticias que no ayudaban a mantener el proyecto que consiguió sacar al club del pozo y llevarlo a Vitoria, a la Copa del Rey.
El Estu, como cada verano, tuvo trabajo en los despachos, especialmente con un jugador, al que ahora se apunta como uno de los culpables de la situación actual (y con razón)
Xavi Rabaseda vino con la vitola de fichaje estrella, jugador del Barcelona e invitado por Orenga a la selección española en el pasado Eurobasket. El Estu peleó duro su fichaje, con equipos como el Fuenlabrada, el Cajasol o el Bilbao detrás.
Rabaseda se decidió por el club madrileño por su "posibilidad de jugar minutos" que le otorgaran un "posible puesto fijo en la selección". Pues bien, minutos sí disputa, pero las sensaciones son calamitosas. El jugador muestra en cada jugada una falta de confianza inmensa y unos nervios de canterano. Cada acción suya, además, es mirada con lupa por los seguidores estudiantiles, que, aún hoy, le siguen esperando.
Porque Rabaseda era la pieza angular del nuevo proyecto de Vidorreta, bien secundado por otro que sigue sin explotar: Kyle Kuric.
Fue la mejor noticia del verano: el de Louisville se quedaba un año más. Cuando English se lesionó, Kuric supo sustituirle, mejorando sus porcentajes de tiro. Sin embargo, este año, a pesar de ser el '2' titular, no parece tan acertado. Empezó con un 0/30 en el tiro, a lo Rudy en las finales de la ACB. Después, y ahora, muestra síntomas de irregularidad, pero sobretodo, no está siendo el referente del Estudiantes en los minutos finales, ese tirador que era English el año pasado. En definitiva, Kuric no ha dado el salto de calidad que se le esperaba, y que el perímetro de Estudiantes no funcione es, en gran parte, culpa suya.
Otros jugadores como Miso y Banic tampoco se libran de la crítica. Miso, al que Vidorreta le da, sorprendentemente, muchos minutos, peca de errores de canterano, precipitación en su mayor parte, y ofrece pocas virtudes tanto en defensa como en ataque. Banic, por su parte, ha visto reducidos sus minutos en la pintura tras la llegada de Rubio-que aporta más-, pero tampoco ha demostrado la mitad de baloncesto que realizó en Bilbao.
Vidorreta tampoco da con la tecla. Muchos le piden más protagonismo de la cantera, especialmente de Juancho Hernangomez, que se está saliendo en la EBA. Además, estando Rabaseda a este nivel, la entrada del canterano daría otro aire al equipo. Al menos, distinta actitud.
La actitud, precisamente, es otro de los objetivos a mejorar. Se vio en Torrejón como en ningún sitio: la segunda parte frente al Cajasol fue estrepitosa. "La derrota más dura" como dijo Txus.
La suerte, como casi siempre, no acompaña en los malos momentos. Además del bajo nivel de la mayoría de los jugadores, el Estudiantes ha tenido que hacer frente a la baja inoportuna de Nogueira, fastidiado por sus rodillas. Lucas, más pensando en su futuro NBA que en el club, pidió la rescisión de su contrato, y así se le concedió. El club perdía su cinco titular, sus mates y su intimidación.
El Estudiantes intento rehacerse con el fichaje de Rubio, que no ha salido del todo mal, pero va de más a menos. Hace unas semanas, se fichó a Slokar, que debutó en Torrejón a muy buen nivel, aunque poco pudo hacer en Valencia.
Sí hay un jugador que sobresale por encima del resto: Dejan Ivanov. El búlgaro ha logrado ser el jugador más importante en la pintura colegial y hasta en el conjunto del equipo. Su carisma y conexión con la grada es total. Ya parece el salvador del Estu, con tan solo tres meses en el club.
Otro que sigue mejorando es Jaime Fernández, que definitivamente ha dado un paso adelante, echándose el equipo a su espalda en los momentos más difíciles. Comparte minutos con Colom que sigue siendo el base titular. Jaime representa a la cantera del Estu, más ahora tras la marcha de Nogueira. Si continua a este nivel, seguirá dando que hablar en las próximas jornadas.
Ya mismo, el próximo lunes, cuando Tuenti Móvil Estudiantes recibe al Joventut con el debut de Morris Finley como principal acontecimiento. El ex de Lagun Aro llega para reforzar el exterior del equipo. Hará del tirador que no tiene el Estu. Veremos si sale bien
Pase lo que pase, la salvación, aunque sueno raro decirlo en diciembre, está a dos victorias. El club del Ramiro no puede permitirse muchas más derrotas, y el calendario no acompaña. Estudiantes, en la segunda vuelta, recibirá donde se le considera más fuerte, en el Palacio de los Deportes, a Unicaja, Laboral Kutxa, Barcelona, Valencia y Real Madrid. Casi nada.
Sin embargo, el Estu tiene un punto a favor: ya sabe cómo moverse en situaciones similares. Si se recupera el "Que no bajamos" con idéntico final, no será, del todo, una mala noticia.
En teoría, cuando el club planificó la plantilla en días calurosos, no se planteaba una situación como la actual. Cierto es que no es un equipo de altas garantías, pero sí de media tabla. El objetivo era no sufrir. Más adelante, se pensaría en los playoffs. Era un proyecto a largo plazo, ya que Txus renovó por dos años. Ahora, las dudas y las críticas se ciernen sobre él, aunque el entuerto tiene más de un culpable.
Si nos remontamos al inicio del verano, el Estudiantes perdía a toda su columna vertebral. El base titular, Granger, continuaría su proyección en un equipo de Euroliga como Unicaja; el ala-pívot y capitán, Germán Gabriel, se iba a un equipo con mayores aspiraciones (Bilbao Basket); y el escolta y máximo anotador de la pasada campaña, English, anularía su contrato con Estudiantes, que le debía dinero.
Tres noticias que no ayudaban a mantener el proyecto que consiguió sacar al club del pozo y llevarlo a Vitoria, a la Copa del Rey.
El Estu, como cada verano, tuvo trabajo en los despachos, especialmente con un jugador, al que ahora se apunta como uno de los culpables de la situación actual (y con razón)
Xavi Rabaseda vino con la vitola de fichaje estrella, jugador del Barcelona e invitado por Orenga a la selección española en el pasado Eurobasket. El Estu peleó duro su fichaje, con equipos como el Fuenlabrada, el Cajasol o el Bilbao detrás.
Rabaseda se decidió por el club madrileño por su "posibilidad de jugar minutos" que le otorgaran un "posible puesto fijo en la selección". Pues bien, minutos sí disputa, pero las sensaciones son calamitosas. El jugador muestra en cada jugada una falta de confianza inmensa y unos nervios de canterano. Cada acción suya, además, es mirada con lupa por los seguidores estudiantiles, que, aún hoy, le siguen esperando.
Porque Rabaseda era la pieza angular del nuevo proyecto de Vidorreta, bien secundado por otro que sigue sin explotar: Kyle Kuric.
Fue la mejor noticia del verano: el de Louisville se quedaba un año más. Cuando English se lesionó, Kuric supo sustituirle, mejorando sus porcentajes de tiro. Sin embargo, este año, a pesar de ser el '2' titular, no parece tan acertado. Empezó con un 0/30 en el tiro, a lo Rudy en las finales de la ACB. Después, y ahora, muestra síntomas de irregularidad, pero sobretodo, no está siendo el referente del Estudiantes en los minutos finales, ese tirador que era English el año pasado. En definitiva, Kuric no ha dado el salto de calidad que se le esperaba, y que el perímetro de Estudiantes no funcione es, en gran parte, culpa suya.
Otros jugadores como Miso y Banic tampoco se libran de la crítica. Miso, al que Vidorreta le da, sorprendentemente, muchos minutos, peca de errores de canterano, precipitación en su mayor parte, y ofrece pocas virtudes tanto en defensa como en ataque. Banic, por su parte, ha visto reducidos sus minutos en la pintura tras la llegada de Rubio-que aporta más-, pero tampoco ha demostrado la mitad de baloncesto que realizó en Bilbao.
Vidorreta tampoco da con la tecla. Muchos le piden más protagonismo de la cantera, especialmente de Juancho Hernangomez, que se está saliendo en la EBA. Además, estando Rabaseda a este nivel, la entrada del canterano daría otro aire al equipo. Al menos, distinta actitud.
La actitud, precisamente, es otro de los objetivos a mejorar. Se vio en Torrejón como en ningún sitio: la segunda parte frente al Cajasol fue estrepitosa. "La derrota más dura" como dijo Txus.
La suerte, como casi siempre, no acompaña en los malos momentos. Además del bajo nivel de la mayoría de los jugadores, el Estudiantes ha tenido que hacer frente a la baja inoportuna de Nogueira, fastidiado por sus rodillas. Lucas, más pensando en su futuro NBA que en el club, pidió la rescisión de su contrato, y así se le concedió. El club perdía su cinco titular, sus mates y su intimidación.
El Estudiantes intento rehacerse con el fichaje de Rubio, que no ha salido del todo mal, pero va de más a menos. Hace unas semanas, se fichó a Slokar, que debutó en Torrejón a muy buen nivel, aunque poco pudo hacer en Valencia.
Sí hay un jugador que sobresale por encima del resto: Dejan Ivanov. El búlgaro ha logrado ser el jugador más importante en la pintura colegial y hasta en el conjunto del equipo. Su carisma y conexión con la grada es total. Ya parece el salvador del Estu, con tan solo tres meses en el club.
Otro que sigue mejorando es Jaime Fernández, que definitivamente ha dado un paso adelante, echándose el equipo a su espalda en los momentos más difíciles. Comparte minutos con Colom que sigue siendo el base titular. Jaime representa a la cantera del Estu, más ahora tras la marcha de Nogueira. Si continua a este nivel, seguirá dando que hablar en las próximas jornadas.
Ya mismo, el próximo lunes, cuando Tuenti Móvil Estudiantes recibe al Joventut con el debut de Morris Finley como principal acontecimiento. El ex de Lagun Aro llega para reforzar el exterior del equipo. Hará del tirador que no tiene el Estu. Veremos si sale bien
Pase lo que pase, la salvación, aunque sueno raro decirlo en diciembre, está a dos victorias. El club del Ramiro no puede permitirse muchas más derrotas, y el calendario no acompaña. Estudiantes, en la segunda vuelta, recibirá donde se le considera más fuerte, en el Palacio de los Deportes, a Unicaja, Laboral Kutxa, Barcelona, Valencia y Real Madrid. Casi nada.
Sin embargo, el Estu tiene un punto a favor: ya sabe cómo moverse en situaciones similares. Si se recupera el "Que no bajamos" con idéntico final, no será, del todo, una mala noticia.
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