El Barcelona evitó el golpe moral que supondría la victoria del Madrid a base de un fútbol ameno y constante todo el partido, frente a un Madrid potente al principio, pero anulado después por el juego y el toque de los de Pep, que volvió a ganar tácticamente a Mourinho, que a pesar de que este salió al ataque, valiente y sin trivote, se vió sobrepasado por el Barcelona.
Llegaba el Madrid al Clásico en las mejores condiciones posibles. Esta vez sí, la confianza en ganar al máximo rival era evidente. El Madrid, por primera vez, llegaba favorito a un Clásico. Además, Benzema adelantaba al Madrid en el segundo 23 al aprovechar un regalo de Víctor Valdés. Ese gol a posteriori le vino mal al Real Madrid, ya que dio pie al cambio de estretegia de Pep, pero, en un principio, las noticias no podían ser mejores, y el Madrid reafirmaba así su cartel de favorito.
Un cartel que lo mantendría los minutos siguientes, donde fue superior a un Barcelona por detrás pero tranquilo, ordenado y confiado en sí mismo. Esos tres aspectos fueron justamente los que no tuvo el Madrid, al que también la suerte le jugó una mala pasada.
El Madrid presionaba arriba al Barcelona, que no salía cómodo con el balón. Sin embargo, las ocasiones que llegaban a la meta de Valdés era contadas, ya que solo Di María se mostraba activo: Cristiano estaba muy desacertado y Özil no apareció en ningun momento.
Pep Guardiola quisó cambiar la tónica del encuentro y colocó a Alves de extreno, jugando con tres defensas. El resultado: éxito absoluto. Con eso, el Barcelona, que no había llegado a la meta de Casillas, daba la sensación de que estaba muy vivo, y se metió en el partido a la media hora, con el gol de Alexis, a magnífico pase de Messi.
A partir de ese punto clave, el Barcelona fue superior al Madrid en todos los sentidos. Dominó el balón y anuló las peligrosas contras del Madrid, sumido a cada minuto en desesperación y nerviosismo.
No hubo más historia en la primera parte, que continúo de manera bronca, aunque a menos nivel que el año pasado.
El descanso, esperado por el Madrid, no sirvió para tomar de nuevo la iniciativa. El Barcelona sabía como jugar y lo ejecutó a la perfección, ayudado también por el factor suerte, algo que nada ni nadie puede controlar.
Eso debió pensar Casillas al recoger el balón en el segundo gol azulgrana, obre de Xavi al golpear el balón en la pierna de Marcelo y entrar lentamente en la portería.
A partir de ahí el ánimo del Madrid bajó a un ritmo sorprendente, impotente ante un Barcelona cada vez más cómodo sobre el mojado césped del Bernabéu.
El Barcelona bajó la velocidad del partido, y jugaba con el reloj. El Madrid, no obstante, tuvo una ocasión primordial, que hubiera significado el ansiado empate, pero el cabezazo solo de Cristiano se marchó lejos de la portería de Valdés.
Y, esto es fútbol, el Barcelona lograba un minuto después marcar la sentencia, por medio de Cesc a un gran pase de Alves. Ahora sí, el Madrid sentía que ya no había opción. Tenía razón.
Tampoco los cambios de Kaká por Özil e Higuaín por di María tuvieron efecto alguno. El brasileño, sin suerte, falló una ocasión clara ante Valdés, que despejó a corner. Ni por esas.
Ya en los últimos minutos, con un Madrid a la desesperada, el Barcelona tuvo dos más, pero Casillas y el fallo de Villa no movieron el marcador.
Con esto, el Barcelona vuelve a golpear cuando menos se le esperaba. Vuelve a demostrar que no va a dar la liga por perdida. Vuelve a callar bocas, a dejar en silencio a los más extremistas. Guardiola sigue invencible en el Bernabéu, donde ha vuelto a dar una lección táctica.
El Madrid, por su parte, ha recibido un duro golpe. Perder un Clásico nunca sienta bien, pero sigue siendo un partido de liga, y los de Mou eran los que menos tenían que perder. Ahora la Liga sigue y el Madrid, según las apuestas, sigue siendo favorito. Parece que esto no ha sido más que un bache, fuerte, pero un accidente. El Madrid estaba mejor que el Barcelona antes del partido, y eso no tiene por que cambiar ahora.
LO MEJOR: El Barcelona hace recordar quién es el campeón: llegó al Bernabéu sin mucho ruido, a hacer su partido, y no se descontroló con el gol de Benzema. Siguió su plan y el fútbol acabó dándole la razón. A destacar también la valentía de Mourinho y el poco juego sucio demostrado. Así sí.
LO PEOR: ¿Cómo ganar a Guardiola?: ni con todo a favor antes y nada más empezar el partido. A ver a la vuelta.
Nota Madrid: 5
Nota Barcelona: 8,5
Hombre del partido: Iniesta(9).
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